La Era Guardiola: Balance tras tres temporadas en la Bundesliga

Cuando en su año sabático el técnico catalán anunció que firmaría por el Bayern München se levantó mucha expectación al respecto. Hoy, después de tres temporadas y a la espera de lo que ocurra en la final copera, toca hacer balance de la etapa de Guardiola a las órdenes de la nave bávara.

De buen principio la exigencia era máxima, no solo por estar en uno de los mejores clubes del mundo, si no por la presión de acercarse a lo que hizo en el Barcelona y por el legado que había dejado Jupp Heynckes antes de jubilarse, obteniendo el triplete.

Nada más llegar los aficionados vieron como su equipo se gastaba 25 millones en el fichaje de Thiago Alcántara, pupilo del entrenador en el equipo catalán. Dicho precio es el mismo que pagaron por hacerse con Franck Ribéry, y un millón más que por Arjen Robben. Esta cantidad es destacable si tenemos en cuenta que el traspaso más caro de la entidad bávara es el de Javi Martínez en 2012, por quien desembolsaron 40 millones de euros.

También lo ha tenido complicado debido a las críticas que ha recibido por parte de sus propios jugadores y directivos, quienes le acusaban de implantar un estilo de juego aburrido y basado en la especulación con el esférico. Si, están leyendo bien, el estilo que hizo al Barcelona uno de los equipos más temidos de todos los tiempos no encajó en el entorno del club.

Esas conclusiones pueden llegar a entenderse si comparamos el modelo de Guardiola con el de Heynckes. El primero trata de mantener el balón y buscar agujeros en la defensa haciéndola bascular mucho e incorporando a los laterales y defensas centrales al ataque, tirando desmarques y arrastrando zagueros. Por su lado, el entrenador nacido en Mönchengladbach promovía un fútbol mucho más directo, buscando más verticalidad tanto por las bandas como en un mayor número de desplazamientos en largo. Apenas importaba cuanto tuvieran el balón.

Por poner un ejemplo, en la famosa eliminatoria de semifinales de 2013 en la que el Bayern le endosó un global de 0-7 al Barcelona, en la ida ganó 4-0 teniendo solo un 37% de la posesión y en la vuelta un 0-3 con el 43%. Mientras tanto, también antes de la final del siguiente año, vieron como el Real Madrid les castigaba con un 5-0 global; ganando 1-0 en el Bernabéu con un 64% de posesión para los bávaros y en la vuelta sufrían una dura derrota por 0-4 teniendo el balón durante el mismo tiempo.

Lo más lógico es pensar que cuanto más se tiene el balón, mayor es la probabilidad de ganar porque el otro equipo no lo atesora. Pero también es muy importante saber qué hacer cuando no se tiene el esférico, algo que en ocasiones ha destapado las pocas debilidades que tiene el Bayern. En la época de Heynckes, los bávaros salían al contraataque con una verticalidad pasmosa y no les importaba mandar balones en largo para que Mario Gómez o Mario Mandzukic los bajasen. Además tenían bastante solidez defensiva, no tanto por Dante si no por el papel que jugaba Bastian Schweinsteiger en el corte. Además, no se incorporaban tantos efectivos a la ofensiva, por lo que también era más complicado verles desprevenidos atrás. Ahora es poco frecuente ver eso, suelen empezar desde atrás al recuperar la pelota.

La pérdida de jugadores como Bastian Schweinsteiger, no solo por el hecho de ser traspasado si no por la disminución de su rendimiento por el paso de los años; Toni Kroos, excelente en la manija del ataque y por el que se obtuvieron unos 25 millones de euros que quedan escuetos por el nivel que ofrecía, han provocado que el estilo de juego del equipo sea otro. También Mario Mandzukic aportaba muchísimo peligro tanto de espaldas a portería como en el juego aéreo, aunque Robert Lewandowski está siendo un recambio de lujo que hace que el croata no sea demasiado echado de menos.

Si se valora el tipo de juego se pueden encontrar varias opiniones. Pero si miramos el palmarés veremos que Heynckes obtuvo una liga en dos años, mientras que Guardiola ha ganado las tres en las que ha estado como entrenador.

Jupp ganó 85 de los 109 encuentros de los que estuvo al mando del Bayern (prácticamente el 78%). En competición europea venció en 21 de 28 ocasiones (75%). Por su parte, Pep lleva 81 de 101 en Alemania (80%) y 23 de 36 en Europa (64%). Con estos datos comprobamos que la diferencia está en los resultados internacionales, puesto que el porcentaje de victorias es muy parecido en territorio teutón, pero al salir del mismo la cosa cambia bastante. Y es que el modelo de juego que implica el sistema de Guardiola hace que haya muchos espacios en cuanto pierden el balón, lo que han aprovechado Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid para eliminarles en semifinales durante los últimos 3 años, respectivamente. Ambos técnicos empatan en títulos coperos, habiendo ganado uno cada uno, aunque Guardiola podría lograr el segundo en su último partido.

La conclusión más objetiva que se puede obtener es que el equipo ha mejorado algo en resultados en Bundesliga, ganando tres títulos en tres años (el cuarto consecutivo puesto que con Heynckes se logró el triplete el año antes de llegar Guardiola), mientras que el anterior técnico se coronó en una ocasión de dos intentos. No obstante, en Europa se logró llegar a la final en la 2011-12, perdiendo en la prórroga frente al Chelsea de Di Matteo y ganándola en Wembley al siguiente curso contra el Borussia Dortmund con ese recordado gol de Arjen Robben en el minuto 89.

Guardiola ha logrado estar tres años en semifinales pero sin lograr pasar en ninguna ocasión de semifinales. Teniendo en cuenta que el legado de Heynckes ganó Bundesliga, DFB Pokal y UEFA Champions League en una misma temporada, la exigencia para Pep era máxima y por ello muchos aficionados del Bayern no han aceptado nunca al de Santpedor.

Veremos cómo le va a los bávaros con Carlo Ancelotti al mando, ganador tres veces de la Liga de Campeones (2 con el AC Milan y 1 con el Real Madrid). Y también causará expectación el acoplamiento del propio Pep en el Manchester City, quien tendrá menos exigencia en un club que no ha logrado toserle a los grandes pero que tiene un proyecto económico y deportivo muy potente. Con el criterio del catalán, tanto para ejercer de entrenador como para ver talento en un jugador joven, se puede esperar que los ingleses estén peleando por hacer cosas grandes en los próximos años.