El futuro de Thomas Tuchel en Francia es una incógnita
Las cosas no marchan demasiado bien en la capital francesa. Thomas Tuchel, quien dirige al París Saint-Germain, desde que decidiese tomar un año sabático tras dejar Borussia Dortmund hace, casi, ya dos años, no está teniendo muchas facilidades para entrenar un equipo excesivamente ambicioso.
Al margen de los resultados ligueros, los cuales son excepcionales —primeros en la Ligue 1 francesa, con un amplio margen de quince puntos respecto al segundo clasificado-, el proyecto propuesto por el magnate catarí Al-Khelaïfi, actual presidente del club parisino, lleva tambaleándose constantemente en Europa año tras año.
Eliminados la pasada campaña en la UEFA Champions League en octavos de final por el Manchester United, y con la eliminatoria en contra esta temporada a la espera del cruce de vuelta frente a su ex-equipo, Borussia Dortmund (2:1), la paciencia se empieza a agotar desde la directiva, que puso todo el dinero necesario sobre la mesa para avivar un proyecto a base de fichar estrellas, y que está viendo cómo sus esperanzas se diluyen con el paso de los días.
Tuchel, sin confianza de la plantilla ni de la afición
Lo cierto es que uno de los mayores achaques hacia el técnico alemán fue no haber sido capaz de gestionar un vestuario lleno de estrellas —Neymar Jr., Kylian Mbappé, Mauro Icardi, Edinson Cavani entre otros-. Y es que la relación con estos siempre ha estado bastante deteriorada.
Desde Francia se ha comentado multitudinariamente la nula relación del técnico con el delantero argentino Icardi, otra de las apuestas del club, además de la sonora pitada por parte de la grada, hace una semana, en el encuentro frente a Girondins de Burdeos, fruto de la desesperación de la afición con el técnico tras el mal planteamiento en el choque contra Las Abejas Amarillas en Europa.
También se podrían añadir las malas caras de Mbappé cuando este era sustituido, sin ni siquiera mirar a su entrenador cuando este le hablaba, evidenciando la disconformidad del francés con la gestión del equipo que está llevando a cabo Tuchel. E incluso el momento en que Neymar se negó a entrenar como muestra de su enfado con el técnico, o en el que los jugadores decidieron salir de fiesta tras perder frente a BVB. Un sinfín de problemas que no ha sabido gestionar eficazmente.
Borussia Dortmund, ¿su verdugo europeo?
Es por ello que el futuro de Tuchel en París pende de un único hilo: ganar a Borussia Dortmund en octavos de final Champions. Es la única baza a la que se puede agarrar el francés para evitar que el presidente del equipo decida vetarlo por los malos resultados en Europa, tal y como hizo con Unai Emery en su día.
Para ello, el técnico se encuentra mentalizado en el encuentro de vuelta, para el que se muestra confiante.
«Hemos perdido 2:1, sí, pero eso es algo que le puede pasar a cualquier equipo que visite Dortmund. Son mucho más fuertes que a comienzos de temporada, pero estamos concentrados en ganar».
Incluso, para todos aquellos que cuestionaron su planteamiento, por la alineación de ciertos jugadores que no se encontraban en su mejor momento, avisó que no habría cambios en exceso.
«No cambiaré demasiadas cosas, tengo que conseguir que algunos jugadores asuman sus responsabilidades. Son ellos quienes tienen que demostrar que quieren revertir el resultado de la ida».