El temor del descenso acecha al Hannover 96
13 años después de su regreso a la 1.Bundesliga, Hannover 96 tiene todas las razones para empezar a hablar de la 2.Bundesliga.
La temporada 2014/15 terminó con un Hannover salvándose hacia el cierre de la campaña en una feroz batalla por la permanencia, dejándonos a todos seguros que las lecciones habían sido aprendidas y que los cambios necesarios vendrían para poder ser acompañados posteriormente de mejores resultados. Los cambios sí llegaron, pero la situación actual termina siendo más crítica a la de hace una temporada.
Además de las lamentables bajas de jugadores como Joselu (Stoke City), Leonardo Bittencourt (Köln) y Lars Stindl (Gladbach), que fueron bajas inevitables por el rendimiento del club, se hizo un trabajo intensivo en limpiar los nombres de la plantilla que no estuvieran aportando mucho a la causa, y se intentó traer nombres que sí lo hiciesen.
Es así como jugadores como Jimmy Briand, Didier Ya Konan -sombra de su pasada forma-, Joao Pereira, Marius Stankevicius, Christian Pander y Jan Schlaudraff fueron reemplazados por Mevlüt Erdinç, Charlison Benschop, Oliver Sorg, Felix Klaus y Uffe Bech. Significaba un muy necesitado relevo que, en papel, vendrían a revivir la causa de Hannover.
Las cosas no se dieron como debieron y los refuerzos fueron más lastre que resultados, obligando a movimientos importantes durante esta pausa invernal: Erdinç fue cedido de regreso al fútbol francés por pésimo rendimiento; en su lugar llegaría el poco utilizado Adam Szálai del Hoffenheim. Vendrían junto a el delantero húngaro, Iver Fossum, Hotaru Yamaguchi, Marius Wolf, Hugo Almeida, y nada más y nada menos que Thomas Schaaf como nuevo técnico a ponerle orden al asunto.
Lo cierto es que siguen sumando los mismos 14 puntos que tenían en la última fecha de la primera vuelta de la Bundesliga, se encuentran de últimos de la tabla y ya han encajado 5 goles en sus dos primeros encuentros de la segunda fase de esta campaña. Schaaf, que venía a salvar al equipo, sigue sin poder celebrar una victoria, a pesar de los refuerzos con los que contó.
No le ayuda tampoco que su calendario está conformado por un intercalado entre rivales medianos y rivales imposibles, evitando conseguir una muy necesaria estabilidad. Salvo una ventana entre las fechas 25 y 28 (en Bremen, contra Köln, en Frankfurt y contra Hamburg), pareciera no haber mucho respiro para el Hannover. Ver si la fórmula Schaaf logra cuajar es una esperanza casi que de último recurso que no quisieran ver ser en vano.
La directiva, por su parte, ha sido renuente a aceptar su cuota de culpa dentro de todo: ya han avisado que no se apartarían si el equipo llegase al tan temido descenso, en señal de desafío a una crítica afición e incluso, la lógica. Los planes operativos se han ido reduciendo en envergadura, a pesar que hasta la temporada pasa, habían conseguido hacer crecer los ingesos del equipo.
En objetivo siempre fue estabilizarse en un puesto cercano a la Zona UEFA, pero la mala toma de decisiones los ha dejado marginados de tal lucha, y obligado a enfocarse en resultados más humildes, como el no perder la categoría actual; lo que incluso pareciera ser una proeza de alcanzarse.
Ya se encuentran buscando clemencia de rivales que deberían ser iguales. Considerando que ante equipos a 10 o más puntos de distancia el balance es preocupantemente de un empate y 8 derrotas (entiéndase, 1 punto de 27 posibles), parecen depender de lo que pueden hacer ante los más accesibles. Ante aquellos actualmente a menos de 10 puntos de distancia del H96, los Roten tienen un balance de 4 ganados, un empate y 5 derrotas; muy poco para asegurar una permanencia.
No es una falta de nombres, ni de apoyo o incluso de recursos para solventar la crisis. Es un proyecto que no cuajó al comienzo del año con Michael Frontzeck en el banquillo -el entrenador con peor promedio de puntos conseguidos actualmente activo en la Bundesliga-, y necesitará de mucho empeño por parte de Schaaf y sus jugadores. Con un panorama adverso y una brecha de ya 5 puntos con el puesto de repesca, Hannover está cada vez más cerca a estar condenado a bajar o, en el mejor de los casos, perder su capacidad de depender de sí mismo.