
La increíble transformación de Rafael Santos Borré
Ya pasó una semana del 18 de mayo. Ese miércoles en el que el Rafael Santos Borré se adueñó de las tapas de los diarios alemanes. No fue para menos. En esa noche en el Ramón Sánchez Pizjuán se erigió como uno de los grandes protagonistas de la final de la Europa League, al anotar el gol del empate frente a Rangers y luego el tanto decisivo en la tanda de penales que significó el título de Eintracht Frankfurt, después de 42 años. Por este motivo develaremos los secretos de su metamorfosis que lo convirtió en la clase de jugador que es hoy en día.
River Plate rescató a Santos Borré del retiro
Sin dudas de que la primera experiencia de Borré en Europa no fue la mejor en cuanto a continuidad se refiere. Lo cierto es que tanto en Atlético Madrid como en Villarreal no encontró un sitio en el primer equipo y veía como se diluían las posibilidades de demostrar su potencial. En otras palabras, se trató de una situación muy frustrante, a tal punto que se planteó colgar los botines. Necesitaba una nueva oportunidad para relanzar su carrera.
Por esa razón, River Plate irrumpió en escena, en agosto de 2017, y lo fichó como una apuesta a futuro. La mayoría de los seguidores del fútbol argentino no lo tenía en su radar. Pero sí había alguien que lo siguió de cerca e insistió en su contratación: Marcelo Gallardo.
Ahora nos centramos en sus comienzos con la camiseta de La Banda. Durante sus primeros meses, los hinchas millonarios le cuestionaban por su falta de eficacia de cara al arco rival. Si bien mostraba movimientos interesantes, las chances desperdiciadas le privaban de hacerse un hueco en el once ideal. A raíz de esto, aconsejado por su esposa, buscó el mejor apoyo posible con la idea de trabajar su aspecto mental. Así mismo se sometió a los ejercicios de la médica especialista en neurociencia Sandra Rossi y se contactó con su coach Jaime Pabón para mejorar la definición. Y, como si fuera poco, Gallardo lo respaldó y confió al máximo en sus habilidades. Gracias a esto se consolidó como un delantero temible en Sudamérica.
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Una experiencia dilatada en Copa Libertadores
El Comandante supo reinventarse a sí mismo. No sólo se repuso ante las adversidades, sino que logró un crecimiento exponencial y, con el tiempo, se transformó en un goleador implacable en el plano internacional. De los 13 tantos que marcó en la Copa Libertadores entre 2017 y 2021, 10 fueron en las instancias más decisivas. El nacido en Barranquilla fue capaz de anotar en una oportunidad en octavos de final, cinco en cuartos de final, tres en semifinales (uno de ellos a Boca Juniors en 2019) y uno en la final contra Flamengo en 2019. Esos números demuestran la importancia que tuvo en el conjunto de Núñez.
Ahora bien no todo se trata de goles. Es más, aprendió a ser una pieza clave aún cuando no convierte. Más allá de afinar su puntería, es un auténtico dolor de cabeza para los defensores. Una de sus características distintivas es asfixiar con una presión alta a la salida del rival de turno. Ataca los espacios vacíos con diagonales y no duda en salir de su posición para sumarse a la zona de gestación. Incluso muchas veces lo hemos visto en su rol como asistidor.
En definitiva, Borré puede presumir de tener el mote de ser el máximo artillero del ciclo del «Muñeco». En 149 partidos, hizo 56 goles y repartió 18 asistencias. Además en sus vitrinas se encuentran la Copa Argentina (2017 y 2019), la Super Copa Argentina (2018 y 2021) y la Recopa Sudamericana (2019). No nos olvidemos de la histórica Libertadores 2018 que River le ganó a Boca en el Santiago Bernabéu. Unos registros que le permitieron regresar al Viejo Continente por la puerta grande. Mejor no le pudo haber ido.
Borré, figura en su primer año en Eintracht Frankfurt
Llegó la temporada 2021-22 y Borré emprendió su segundo ciclo en Europa como un jugador increíblemente maduro. No obstante aterrizó en Eintracht Frankfurt con una mochila muy pesada: reemplazar a André Silva, que había marcado 29 goles en la campaña pasada. Un desafío bastante arduo de igualar o, incluso, de superar. Tal como puntualizamos, no es el más goleador; pero sí, otro prototipo de delantero. Muy distinto al del portugués. De esos que son fundamentales en el juego colectivo.
Uno podía pensar que le costaría afrontar su nueva aventura. Sin embargo, nunca acusó problemas de adaptación. A propósito de ello, el Máquina contó en una entrevista en ESPN F90 cómo su experiencia en River lo ayudó a aclimatarse al ritmo del fútbol alemán:
«Me sirvió mucho haber venido de un equipo como River. El trabajo que hacíamos y lo que teníamos incorporado en ese estilo que te marca el club te permite adaptarte fácil a muchas ligas. En Sudamérica nos gusta un poco la posesión y acá es más juego directo».
Si bien no pudo ver puerta en los primeros partidos, la cosa cambió con el correr del temporada. En la jornada 8 de la Bundesliga ante FC Köln se estrenó en las redes y, posteriormente, hizo lo propio en la fase de grupos de la Europa League frente a Olympiacos. De tal manera se perfiló como una fija en el esquema de Oliver Glasner. Este último hecho marcó un antes y un después en su carrera. Lo mejor estaba por venir.
Su estirpe determinante en el certamen continental se hizo notar. En los cuartos de final clavó un auténtico golazo desde afuera del área a Barcelona en el Camp Nou. Un misil teledirigido. Aportó un gol y brindó una asistencia en la semifinal contra West Ham. Y por último logró la consagración en la final ante Rangers. Con el tanto del empate y el penal decisivo, contribuyó en la obtención de un título histórico para Las Águilas.
No cabe duda de que Borré escribió una de las páginas más importantes de la historia reciente del Eintracht. Claramente es el hombre de los goles importantes. Siempre aparece en los momentos más cumbres. Una alegría inmensa que los hinchas guardarán por siempre en sus retinas. Un nuevo ídolo ha nacido en Frankfurt.