Subidón de moral para el Eintracht Frankfurt en UEL contra el Betis
Con goles de Kostic y Lindstrom, Eintracht Frankfurt logró un gran triunfo a domicilio sobre el Betis por 2:1 en la ida de los octavos de final de Europa League. Las buenas sensaciones y la posibilidad de haber matado la eliminatoria en Sevilla confirman que Oliver Glasner puede estar encontrando la fórmula ideal.
Un Eintracht que supo imponerse y castigar
Una de las claves que tenía que encontrar Eintracht Frankfurt era cómo desestabilizar a un equipo con muy buen trato de balón como el Betis desde el inicio. El momento del Eintracht venía siendo muy irregular pero cada vez que llega Europa se le revive el gen competitivo. Y aunque el Villamarín fue una caldera -también los aficionados de Las Águilas que se desplazaron hasta Sevilla-, no intimidaron al conjunto de Oliver Glasner. Desde el inicio salieron con una presión alta que forzó errores de los hispalenses, y esos errores terminaron costando caro.
Un mal cierre de Sabaly le dio la oportunidad a Kostic de meter un centro que se envenenó hasta tal punto que Bravo vio cómo entraba el esférico con calma en las redes. No podían empezar mejor las cosas para Los del Meno, y pasada media hora lo volvieron a confirmar. Pese a que Fekir aprovechó el único resquicio para poner el empate, un nuevo error del Betis, esta vez en salida de balón, permitió a Lindstrom y Kamada combinar para poner el 1:2.
Nadie podía imaginar un resultado tan positivo, pero lo mejor era la forma de obtenerlo. Betis y Eintracht daban un partido de constante ida y vuelta en el que el los alemanes sabían mejor cómo aprovechar cada espacio con unos Kamada y Lindström que supusieron demasiados dolores de cabeza.
Borré se dejó el alma pero dejó al Betis con vida
Se puede decir que el Betis fue a remolque cuando nos damos cuenta de que todas las ocasiones claras del segundo tiempo fueron para el Eintracht. Los de Glasner pudieron dejar más que sentenciado el marcador de cara a la vuelta, y por falta de empeño de Borré no fue. El delantero colombiano tuvo tres ocasiones claras para poner el tercer tanto pero el arco se le terminó haciendo pequeño… o Claudio Bravo se hizo demasiado grande. Entre un penal errado y dos disparos desde dentro del área que tapó el arquero local, la sensación de que la eliminatoria podía estar resuelta. Pero entre un buen resultado fuera de casa y sabiendo que la vuelta es en Frankfurt, pocas razones hay para quejarse.
Las piezas poco a poco parecen encajar en este Eintracht Frankfurt, o al menos dan el espejismo cada vez que juegan en el extranjero. Veremos la próxima semana si ese gran momento se concreta en el pase a los cuartos de final de una Europa League que siempre gusta a orillas del Meno.