VfB Stuttgart seguirá en la Bundesliga
Fue un final de película en la Bundesliga, y el Stuttgart pasó de villano a protagonista con un par de goles. El triunfo de hoy ante el SC Paderborn fue el cierre a un último tramo de la temporada de los Suabos en el que jugaron como otro equipo completamente diferente al que venía participando en la Bundesliga.
Daniel Ginczek se vistió de héroe al anotar el segundo gol en un estadio que, por más pequeño que sea, resulta ser uno de los más hostiles posibles. La hostilidad no sólo quedó en la gradería, y en el campo el partido que estuvo empatado a un gol cortesía de Vucinovic (min. 4) y Didavi (min. 36) para los locales y visitantes respectivamentes, los enfrentamientos comenzaron a ponerse más y más bruscos hasta el pitazo final. Difícil evitar que escalaran las emociones, al fin y al cabo eran dos equipos jugándose la vida.
Lo más relevante no es el marcador del día de hoy, sino que por quinto partido consecutivo, VfB Stuttgart anotó dos tantos y logró ganar sus tres últimos encuentros. Para nada despreciable: esos últimos 9 puntos de 36 en total; lograrían sumar el 25% de todo lo obtenido en apenas el 9% de toda la temporada.
Llegaron a una última fecha plagada de nervios y de expectativas para muchos clubes -seis en total-, y se devuelven a casa celebrando la permanencia como si se tratara de un título. En cierta forma lo es: permanecer en primera división les dará acceso a una cantidad de dinero por concepto de derechos televisivos que no habrían podido obtener de otra manera. Lo suficiente como para no tener que prescindir de jugadores o de gastos que de otro modo habrían que dejar a un lado. Esto sin contar con las reducciones en ingresos por patrocinantes, los cuales son los primeros en cambiar las condiciones de los contratos una vez se pierde la categoría.
La historia termina siendo feliz no sólo para un equipo que se ha sudado con fuerza esta temporada la permanencia, sino para un Huub Stevens que logró convencer con su trabajo a una directiva de permitirle terminar su faena al mando del Stuttgart. Misión cumplida. Ahora, que el verano sirva para replantear al equipo, los objetivos y hasta la mismísima identidad del conjunto. Demostraron tener suficiente calidad para pelear y jugar bien, ahora queda es transformarlo en algo constante y no de urgencia.