1860 München: un histórico envuelto en caos
Todo empezó con perder la categoría de la primera división, y de ahí en adelante la historia del 1860 München ha sido turbulenta. Después vino ceder su porción de propiedad del Allianz Arena. Buenas noticias parecían llegar con un inversionista jordano que inyectaría capital fresco a un club urgido de él. Terminó siendo una voz más de disidencia dentro de la junta directiva, la cual rara vez se ha puesto de acuerdo con algo. La consecuencia era previsible: la permanencia en la 2.Bundesliga iba a estar en peligro.
Y así fue. Gracias a una repesca más reñida de lo debido es que el TSV 1860 München retiene su categoría como club profesional alemán, pero no sin pasar más temores de lo debido. Lo peor del caso es que sigue reinando una incertidumbre sobre los correctivos a tomarse para salir de una situación que pone en jaque la profesionalidad de una institución que durante muchísimos años peleaba en la parte superior de la tabla de la 1.Bundesliga.
En ese contexto se suspendió una asamblea de socios -por socios nos referimos a los fanáticos que tienen membresía a la sociedad que conforma la asamblea general del club; no solamente socios comerciales- pautada para el domingo 21 de junio, a última hora y sin dar razones de mayor peso al respecto. Sumarle a esto también rumores de la llegada de un hombre como Felix Magath, conocido por su carácter y ser un hombre duro para negociar y ceder poder.
«En la visión de la junta directiva no tiene mayor sentido convocar a una reunión de socios del club para este domingo, como estaba previsto», es lo que lee el texto de la nota de prensa publicada por el 1860 München.
La junta directiva y el concejo asesor «trabaja arduamente con el socio Hasan Ismaik» para llegar a nuevos avances. Actualmente se debe tener «máxima concentración en el desarrollo de las bases de un plan deportivo sostenible en el tiempo que brinde éxito no sólo en lo deportivo, sino en la requerida estabilidad económica que los Leones buscan», sigue leyendo el comunicado.
No se tiene claro «cuánto tiempo deberá requerirse para alcanzar dichos objetivos, por lo que es necesaria la mayor flexibilidad (temporal) posible», añade.
Se rumora que parte de los temas a debatir junto a Ismaik es la posible venta de su porción de acciones del club -60% en total, que le compra el 49% de los votos-. La presión de tiempo es enorme, cosa que el mismo club tiene claro y expresa en su propio comunicado: «La preparación de nuestro primer equipo comienza este lunes 22, cualquier día con el que podamos disponer para discutir y trabajar en aras del club y el equipo va a ser necesario».
Ni la permanencia del director técnico, Torsten Fröhling, ni los refuerzos, o siquiera si el autor del tanto que le dio la permanencia en la 2.Bundesliga al 1860 München, el central Kai Bülow, está definido. El cónclave pide tiempo, entre gritos de reforma y un barco que se hunde.