
Año catastrófico para el VfB Stuttgart
No cabe duda de que este es Un año catastrófico para el VfB Stuttgart. El equipo en 20 partidos solo tiene 18 puntos y se encuentra penúltimo en la tabla de posiciones 21/22.
Las lesiones condicionan al director técnico Pellegrino Matarazzo, pero ¿está es la única causa de tal desastre?
La falta de gol de VfB Stuttgart
El equipo durante muchos partidos de esta temporada no pudo contar por lesión con su máximo delantero de la anterior temporada, Sasa Kalajdzic de 23 años, que en total marco 17 goles en 36 partidos, datos de transfermaket. En la misma temporada 20/21 el segundo goleador fue un Silas Katompa Mvumpa, mediocampista de 21 años, que marcó 13 goles la anterior temporada. Es decir, de los 52 goles del Stuttgart la anterior temporada, más de la mitad fueron marcados por dos jugadores que hoy no están.
En la presente temporada los dos jugadores disputaron cuatro y seis partidos y el daño está hecho. En sus últimos seis partidos el Stuttgart no marco ningún gol, consiguiendo en lo que va de la temporada solo 22 goles a favor a comparación de los 37 que llevaba en la temporada 20/21 en la fecha 20.
Actualmente, el máximo goleador es un defensa central con cinco goles hasta la fecha 20, Konstantinos Mavropanos.
Pero la falta de gol no es su único problema, una plantilla relativamente joven, con poca experiencia y además las lesiones y el coronavirus dan un empujón al equipo a los puestos del descenso.
Año catastrófico para el equipo
En la presente temporada han cambiado varias veces la formación táctica, lógicamente por la falta de jugadores lesionados y con Covid. Esto también demuestra una gran flexibilidad del entrenador y jugadores de poder jugar con diferentes sistemas de juego. Las formaciones que generalmente utiliza el entrenador son: 3-4-2-1; 3-5-2; 4-2-3-1.
Pero también ocasiona que el equipo no tenga continuidad y no se terminen de engrasar la máquina para que funcione correctamente.
Si bien el Stuttgart en muchos partidos y contra rivales inclusive fuertes busca la presión alta al rival, sin embargo, una vez que esa presión es rebasada, la línea defensiva del equipo es muy profundas, defendiendo casi en su propia área. Por lo que a la hora de recuperar el balón el campo a recorrer para llegar al arco rival es demasiado grande.
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Pero no solo eso, además de tener más campo para recorrer, por lo general siempre falta un conector de juego entre la recuperación del balón y los delanteros que buscan profundidad ofensiva. Logrando de esta manera que los contra ataques fueron más difíciles que fueran efectivos.
Al equipo también le cuesta mucho encontrar a jugadores bien posesionados y con tiempo detrás de las líneas enemigas, justamente los espacios que más les cuesta a los rivales. Es por eso que en el último tiempo el equipo abusa de los centros.
En los próximos partidos tendrán el desafío de revertir lo visto hasta aquí si no se quieren seguir complicando.