El Schalke, una primera vuelta con dos versiones

Un Schalke, el tercero en discordia la temporada pasada, acaba la primera vuelta en el séptimo lugar de la clasificación doméstica, eliminado de la DFB Pokal en octavos de final y clasificados para esa misma ronda en UEFA Champions League.

Tras un verano ajetreado con salidas importantes como fue la de Raúl (el estandarte del equipo en los dos últimos años) y la cesión de Jurado entre otras, el club se reforzó bien ofensivamente con las llegadas de Neustädter, Barnetta y Afellay. Los objetivos de la entidad son claros, terminar la temporada entre los cuatro primeros de la clasificación y hacer un buen papel en Copa y Champions.

Estamos en el parón invernal, con la mitad de la temporada cumplida y podemos sacar un balance claro, los mineros nos han mostrado una doble cara en estos cuatro meses. Arrancaron a un nivel excepcional en la Bundesliga, pese a empatar el primer encuentro frente al Hannover fuera de casa, dejaron ver su ofensiva letal en el contragolpe y ello le llevo a conseguir el mejor comienzo liguero en 15 años, con 20 puntos en los primeros 9 partidos, concediendo dos empates a domicilio tras ir ganando con solvencia el partido y una derrota en casa ante el poderoso «Bayern Müller»; además ganando el derby del Rurh en casa del rival tras once años sin conseguirlo. Las cosas en Gelsenkirchen iban de maravilla, los fans felices, el equipo mostrando una imagen sensacional también en Champions, las nuevas incorporaciones adaptándose paulatinamente hasta que en el mes de noviembre algo cambió.

Es una incógnita lo que sucedió en el vestuario Royal Blues, pero el equipo que jugaba con gran visión a partir de tres/cuartos de campo se desinfló, los balones no entraban como antes y la defensa que no sufrió ninguna variación respecto a la temporada anterior volvió a sus andadas generando muchas imprecisiones y facilidades a la delantera rival. La enfermería minera acogió a figuras claves en el buen juego, Höwedes, Jones, Farfán, Draxler, pero sobretodo Afellay y Papadopoulos que terminaron el parón en ella. A partir de la décima jornada, los mineros solo han conseguido una victoria y dos empates, todo lo demás derrotas y contundentes. Klass-Jan Huntelaar el cazador que la temporada pasada le quitaba todas las telarañas a las porterías, estos cuatro meses para anotar un gol necesita seis veces una ocasión clara para lograrlo y eso, en un equipo como el Schalke, con tanta carencia defensiva pasa factura, ya que sin Papadopoulos y con Matip («el hombre sin cintura») la defensa es muy muy débil.

Esta versión, ha hecho que la directiva destituyera del cargo a Huub Stevens, conocido como el entrenador del siglo Schalker, siete partidos consecutivos dando tan mala imagen hicieron mella en la directiva que cesó al técnico holandés. El director deportivo Horst Heldt, le dio el testigo a Jens Keller (entrenador de equipo Sub17 Schalke), inexperto como técnico en la alta competición pero muy del club y su cantera. Un proyecto sin duda valiente y arriesgado para resurgir de la mala racha al conjunto minero, que en su primer partido en el banquillo sufrió una dura derrota en los minutos finales y por consiguiente la eliminación de la DFB Pokal.

El Schalke se concentra en Qatar para prepararse la segunda parte de la temporada, parte en la cual empiezan desde cero, en el cruce de octavos de la champions frente al Galatasaray, pero situados séptimos en el campeonato liguero, eso sí, con confianza y dispuestos a escalar posiciones con nuevo entrenador, con la renovación de Huntelaar y sabiendo que Holtby y Moritz se marcharán a final de temporada.

Un equipo que en trece partidos demuestra un gran potencial, puede recuperarlo, motivación y esfuerzo para resurgir de las cenizas, el Schalke tiene jugadores para confirmar los objetivos y seguir siendo el tercero en discordia o algo más… Schalke Null Vier, Wir Leben Dich.

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