En Regionalliga, 175 detenidos y 112 heridos
Por desgracia, cada vez están siendo más comunes y adquiriendo mayores dimensiones los problemas entre aficiones dentro del fútbol alemán, independientemente de clubes y categorías. Esta vez, los sucesos han ocurrido en la Regionalliga Nordost (4ª división alemana), durante el enfrentamiento producido este pasado fin de semana entre el Union Berlin II, filial del conjunto que milita en la 2.Bundesliga, y el BFC Dynamo.
El choque, disputado el pasado domingo en el HOWOGE-Arena Hans Zoschke de Berlin, y correspondiente con la vigésima jornada del campeonato, culminó con victoria del conjunto visitante por 0-1; aunque, por desgracia, los sucesos más significativos se han producido por enfrentamientos entre ambas hinchadas y las fuerzas de seguridad.
Y es que dichos enfrentamientos dejaron un total de 175 arrestados, según informes policiales, así como la friolera cifra de 112 heridos, la gran mayoría de ellos, agentes de las fuerzas policiales. Así, 64 personas pasaran a disposición judicial, tras haber sido identificadas y denunciadas por la policía berlinesa por insulto, violación de la paz pública, daños corporales y resistencia y violación a las fuerzas policiales.
«Los disturbios del domingo no tienen nada que ver con la pasión por el fútbol y la alegría del fútbol. Aquí una serie de gamberros se han buscado por sí solos los problemas con la autoridad», dijo Bernd Krömer, Secretario Asistente de la Administración del Senado de Berlín para el Deporte. Además, Krömer prosiguió: «Condeno totalmente estos ataques, ante todo también las agresiones a los agentes empleados. Ha sido definitivamente inaceptable.»
Así mismo, el Union Berlin ha condenado los actos: «Que haya habido heridos ya es demasiado. Cada uno de los agresores deberá ahora defender y pagar por sus acciones», dijo Sven Schlensog, representante de seguridad del club.
El encuentro, que se disputó a las 13:30 hora local, que contó con la presencia en la grada de cerca de 8.196 espectadores, tuvo que ser detenido durante cerca de quince minutos, después de que unos 300 hinchas locales trataron de entrar en la zona reservada para la afición visitante, del BFC Dynamo, lo que prosiguió con ataques por parte de la afición local a las fuerzas policiales, que obligaron a las fuerzas de seguridad a recurrir al uso de gases irritantes, a fin de disolver los disturbios.
Antes del inicio del encuentro, las fuerzas de seguridad de Union Berlin habían advertido la presencia en un parque cercano al estadio de cerca de 130 aficionados del conjunto local. «La mayoría de ellos fueron los que intentaron desplazarse al sector de la hinchada visitante», confirmó Schlensog.
