Lucien Favre: «No soy el mejor entrenador para el equipo»
El director técnico suizo manifestó que dejó su cargo porque ya no se siente el adecuado para estar al frente del Borussia Mönchengladbach luego del pésimo inicio de temporada.
Se va. Lucien Favre deja su cargo tras 4 años y medio. Foto: www.zeit.de// Carmen Jaspersen/dpa
La derrota sufrida a manos del 1.FC Köln en marco del Rheinische Derby fue la gota que rebalsó el vaso que ya estaba lleno de agua turbia. Es que un paupérrimo –y sorpresivo- comienzo de temporada del Borussia Mönchengladbach, el cual hasta el momento registra seis partidos oficiales perdidos de manera consecutiva, terminaron de impulsar al entrenador suizo Lucien Favre a tomar una determinación que no tendría vuelta atrás.
Si bien en la cabeza de los directivos no estaba considerado bajo ningún punto de vista el cese de Favre, en los pasillos del Borussia Park se percibía un clima que se tensionaba a medida que los malos resultados deportivos y futbolísticos se presentaban semana tras semana y que llegó este domingo a su punto de inflexión, desencadenando la renuncia del entrenador suizo a su cargo en el Borussia Mönchengladbach.
En un comunicado oficial emitido este domingo, Lucien Favre tomó la palabra para anunciar que a partir de ese momento no era más el entrenador del primer equipo: “Después de haber analizado la situación y considerando todo el contexto con su debido cuidado he llegado a la conclusión de que la mejor decisión tanto para el club como para el equipo es que yo dé un paso al costado como entrenador del Borussia Mönchengladbach”.
A su vez, el suizo insistió en que él mismo no se consideraba más “el mejor entrenador que pueda tener el equipo” argumentando que desde su experiencia notaba que el cambio de aires era necesario para el Gladbach. “Hace muchos años que estoy en el mundo del fútbol, experimenté muchísimas situaciones delicadas como jugador y como entrenador y de ellas he aprendido bastante. Es por eso que honestamente tomé la determinación de que esto será para el bien del club”, remarcó.
Desde la junta directiva dejaron muy en claro que jamás fue la intención del Borussia romper el vínculo con quien habían trazado una relación muy estrecha y afectiva, pero que fue la iniciativa irrevocable del propio Favre la que no permitió maniobra de retención alguna: “Seguimos totalmente convencidos de que Lucien es el perfecto entrenador para el Gladbach y que junto a él podemos salir adelante del momento futbolístico delicado en el que estamos”, aseguró Max Eberl.
Y como si fuera poco, el presidente del club Rolf Königs también tomó la palabra y manifestó: “Aun creíamos que podíamos llegar a convencerlo, pero luego del comunicado oficial que nos hizo entendimos su intención y nos tocó las fibras. Hemos trabajado con Lucien cuatro años y medio en un periodo que fue muy exitoso por lo que nos duele muchísimo tener que separar nuestros caminos, los cuales han llegado a su final”.
El entrenador había llegado al club en febrero de 2011, cuando una crisis deportiva azotaba a los de Borussia Park que estaban a cinco puntos de caer en la zona de descenso. Favre logró remontar esa estresante temporada y luego estableció un proyecto deportivo a largo plazo que incluyó un trabajo enorme con las divisiones inferiores a la vez que se construía una base firme de jugadores experimentados en el primer equipo. La versión definitiva de ‘Los Potros de Favre’ se vio en su esplendor la temporada pasada, cuando el equipo encabezado por jóvenes figuras como Patrick Herrmann, Granit Xhaka, Tony Jantschke, Max Kruse y otros experimentados como Oscar Wendt Martin Stranzl y Raffael alcanzó la clasificación directa a la fase de grupos de la UEFA Champions League desplegando un fútbol vertical, efectivo y demoledor que deslumbró en la Bundesliga.
