
Marco Rose y la reconstrucción de Borussia Mönchengladbach
Si vemos cómo a Borussia Mönchengladbach se le ha escapado la oportunidad de regresar a Champions League en una temporada en la que llegó a colocarse segundo durante varias jornadas, el proyecto de Dieter Hecking se puede tildar de fracaso. Y por ello Los Potros han apostado por un entrenador joven, revolucionario y con buena fama como Marco Rose para reconvertirse y volver a la máxima escena europea.
Un estratega marcado por sabios maestros
La historia de Marco Rose viene de muy lejos, y en ella siempre han estado involucrados entrenadores de renombre mundial. Sin ir más lejos, Rose en su etapa como jugador fue una pieza importante en el 1. FSV Mainz 05 de Jürgen Klopp que consiguió el ascenso a Bundesliga en 2004 y la clasificación para la Copa de la UEFA un año después, desempeñándose en el lateral izquierdo aunque las lesiones forzaron una caída de rendimiento que condujo a su retirada en 2011.
Con las botas colgadas emprendió su trayecto por los banquillos, actuando como segundo entrenador de Martin Schmidt para Los Carnavaleros antes de tomar el cargo de entrenador del Lokomotiv Leipzig, club de donde le sacó la esfera de Red Bull para marcharse al Red Bull Salzburg, dirigiendo las categorías inferiores hasta que hace dos años tuvo la oportunidad de hacerse cargo del primer equipo.
En las dos temporadas que ha estado al cargo del conjunto del gigante energético los números han sido sobresalientes con dos títulos de liga y una copa nacional. Y mención de honor a su actuación en Europa, llegando este año a octavos de final de Europa League mientras que en la edición anterior el RB Salzburg fue eliminado en la prórroga de la semifinal ante el Olympique Marseille. Al final la confirmación de Julian Nagelsmann en el banquillo de RB Leipzig le invitó a irse por la puerta y lo hizo pensando en su primer trabajo como técnico en la Bundesliga.
Un nuevo esquema
Después de un período con Dieter Hecking donde Borussia Mönchengladbach se ha hermanado con el 4-3-3, a Los Potros les tocará un buen lavado de imagen. Rose es un técnico que, aunque suele tener alineaciones flexibles a lo largo de los encuentros, lleva metido en las venas un 4-3-1-2 con un mediocampo que tiende más a aguantar el balón que a soltarlo pero con la posibilidad de mutar a un 4-2-3-1 para dar más importancia a los hombres de banda.
Uno de los jugadores que más beneficiados pueden verse es Denis Zakaria, que tiene una gran corpulencia y toque fácil para desempeñarse como mediocentro más posicional. A su lado, si mantienen el buen nivel mostrado durante esta temporada, aparecerán Florian Neuhaus y Jonas Hofmann, mientras que Lars Stindl retrasará su posición de falso 9 para volver a su mediapunta nativa y dejando la delantera para Alassane Pléa y otro punta al que habrá que buscar en el mercado.
Turno para sacar la billetera
Quizá el principal inconveniente para Rose será la obligación de sacar la cartera para apuntalar la plantilla sabiendo que difícilmente podrá repescar a ningún jugador del Salzburg. La marcha de Thorgan Hazard deja un vacío en la delantera que Josip Drmić, a pesar de su buen final de campaña, no podrá paliar y que enciende las alarmas para salir rápido en busca de un ariete. Además, hacen falta refuerzos en otras zonas como los laterales y el resto de la zaga puesto que Los Potros tendrán que disputar tres competiciones la próxima temporada.
Se nota mucho optimismo en Mönchengladbach, puede que demasiado, pero está más que justificado. Uno de los entrenadores más codiciados del panorama ha aparecido para, tras unos cuantos años de decepciones y en especial este último en su segunda mitad, devolver a Los Potros la esperanza e intentar garantizar la estabilidad del club año tras año en la zona europea. Sólo es una cuestión de tiempo que lo logre.