Schalke-Dortmund: La igualdad reina en el Revierderby.

La igualdad fue la tónica constante en el Revierderby, donde el empate a dos no dejó satisfecho a ninguno.

El partido empezó con muchas imprecisiones, quizás demasiadas para un partido de estas características, con pocas ocasiones en la primera mitad para los dos conjuntos, pero las pocas que hubieron fueron de bastante de peligro, la primera fue del joven Pulisic, después de quedarse solo delante de Fährmann, que se fue ligeramente desviada fuera.

Los minutos iban pasando y el Borussia se iba viendo superior poco a poco, hasta que en el minuto 32, Sané mandó un zurdazo tremendo al palo desde más alla de la frontal del área que asustó a más de un aficionado de los de Tuchel.

A partir de ahí los de Gelsenkirchen se fueron animando en el encuentro, hasta que siete minutos después, Junior Caiçara mandó un tiro cruzado muy cerca de la meta de Bürki.

Así terminó una primera parte casi sin dueño y dio lugar a una segunda con todo lo que se le puede pedir a un partido.

Al finalizar la primera mitad, Tuchel tenía claro que debía ir a por el partido e hizo un cambio que nadie esperaba, quitó a Hummels para dar entrada a Mkhitaryan.

Antes de que los últimos aficionados que fueron a por un frankfurt al descanso volvieran a su asiento, Kagawa ya había marcado después de una jugada colectiva marca de la casa, que finalizó con una obra de arte convertida en vaselina por el japonés.

Un suspiro después, para no perder la salsa del encuentro, Sané igualó el encuentro tras una jugada rocambolesca con varios rebotes, en la cual le cayó el balón muerto al borde del área chica al jugador germano que no dudó ni un instante en empalmar hacia dentro.

El partido estaba tan loco que cualquiera podía marcar y ahí estaba Ginter para hacerlo con un remate de cabeza tras un saque de falta por banda ejecutado por Mkhitaryan, tan solo pocos minutos después del gol local.

Ginter hace el 1-2 bajo la atenta mirada de Fährmann y Kolasinac. Foto de: Weltfussball

Ya un poco más entrada la segunda mitad Huntelaar consigue tener una buena posición de disparo dentro del área y Sokratis le derriba clamorosamente, por lo tanto penalti, que el holandés no duda ni un segundo en lanzar y marcar para volver a poner el empate en el marcador.

Con el gol del Schalke, Tuchel puso a calentar a Gündogan y Aubameyang e hizo un doble cambio poniendo toda la carne en el asador dispuesto a llevarse la victoria de Gelsenkirchen.

Dos minutos antes de las sustituciones amarillas, Fährmann hace la mejor parada del partido a mi parecer, al no dejar que la pelota entrase, en un fuerte disparo a bocajarro de Kagawa.

A continuación, hubo un tiro de Aubameyang que ataja Fährmann después del típico balón largo al delantero gabonés, y ya en el descuento, Meyer, que salió desde el banquillo, tuvo una volea en el corazón del área que se fue por encima de la portería de Bürki.

Tras el pitido final de Felix Zwayer, el marcador se quedó en tablas, con un gran partido por parte de los dos conjuntos, los cuales han intentado salir con la pelota jugada y llegar al área rival con peligro, con un fútbol ofensivo del que gusta ver y del que me enamoré al ver por primera vez esta gran competición como es la Bundesliga.