St. Pauli 0:1 Union Berlin: El «duelo de barrios» es rojiblanco
El empate contra el FC Bayern del Union Berlin tuvo continuidad con una nueva alegría en Hamburgo: victoria importantísima ante el St. Pauli para impulsarse a la octava plaza y dejar la parte baja cada vez más lejos.
Union Berlin marca gol psicológico tras una gran primera mitad
El Union llegaba Millerntor con la sensación de que algo estaba cambiando estas últimas semanas. El empate contra el FC Bayern significó más que un punto y ayudó a que el equipo aumentara su confianza. Enfrente estaba un St. Pauli muy tocado, con siete derrotas seguidas y dudas por todas partes. La temporada pasada, los locales habían ganado este duelo y eso también pesaba: El Union quería ganar por primera vez en Hamburgo en Bundesliga y veía la oportunidad de romper esa barrera en un momento clave.
Con ese contexto previo, ambos equipos entraron al partido, serios y muy concentrados. Doekhi y Querfeld mandaban atrás, atentos a cada balón dividido, y Khedira imponía su ritmo en el centro del campo. La primera parte fue para un Union que avisó pronto con un saque de banda largo de Trimmel que dejó a Ilić frente al portero. Luego llegó el remate de Querfeld en un córner, otra vez bien defendido por Vasilj. No era un vendaval, pero se notaba que los berlineses estaban más seguros que su rival.
Y cuando la primera parte se moría, llegó la acción que rompió el plan local. Otro saque de banda de Trimmel, la jugada se enredó, el balón cayó en la frontal y Khedira armó dos veces el disparo. El primero rebotó y el segundo fue para dentro. Un gol de insistencia, muy suyo, que encajaba con lo que el equipo necesitaba: confirmar que el paso adelante frente al FC Bayern no había sido casualidad.
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Sufrir para mantener la ventaja
Tras el descanso, era evidente que el St. Pauli tenía que reaccionar. El ambiente empujaba y el equipo local metió más ritmo, buscando aprovechar cualquier error. El Union dio un paso atrás, obligado por la presión, pero sin perder el orden. Rönnow intervino en un tiro desde lejos y luego en un remate de cabeza al segundo palo.
Llegado el tramo final, el encuentro se volvió más emocional que táctico. Los Piratas rozaron el empate en la acción más clara: un tiro cruzado que golpeó en el interior del poste y salió rechazado sin que nadie llegara al rebote. Fue el gran susto del día, el que recordó lo complicado que es ganar fuera de casa en Bundesliga, aunque el rival atraviese un mal momento.
Los Eisernen aguantaron bien ese último empuje y todavía tuvieron una ocasión para sentenciar en un disparo de Skarke desde lejos en el añadido. No entró, pero ya no hacía falta. Cuando llegó el pitido final, la sensación era clara: no solo se había ganado un partido, sino que se había dado un paso clave hacia la permanencia, colocándose en la octava posición de la clasificación. El Union se marchó de Hamburgo con un 0:1 muy trabajado y con la confirmación de que pueden pelear contra cualquiera, ya sea en la Alte Försterei o lejos de Köpenick.