Bayern München con un obstáculo más entre ellos y la Champions: Chelsea FC
En cuestión de horas comenzará a rodar el balón en el Allianz Arena (rebautizado Fussball Arena München por UEFA) en lo que será el último juego de la temporada para el Bayern y el Chelsea; dos equipos que llegaron de manera merecida a la final del máximo torneo de clubes europeos.
Bayern lleno de esperanzas pero con mucha presión
El encuentro ha levantado mucho las miradas en todos los rincones de Alemania, incluyendo la Säbener Strasse, hogar del Bayern München. Además de jugarse un título europeo -el primero en más de una década para un club alemán-, los bávaros saben que es su última opción para optar por un trofeo esta campaña. Tras perder la liga y la DFB Pokal ante un muy superior Borussia Dortmund, el campeón de campeones deberá «conformarse» con simplemente pelear por ser campeón continental.
Desde comienzo de temporada, el empeño puesto en disputar la final de locales ha sido el norte de toda la campaña bávara. Pese a lo que han dicho una y otra vez los dirigentes del FCB, que los tres torneos que pelean son de igual importancia, las acciones pesaron más que las palabras; y el ver regularmente descansando a figuras importantes del once inicial del Bayern en juegos domésticos, pareció confirmar lo que muchos pensaban.
Han sorteado obstáculos una y otra vez en la Champions. Superaron con excelente récord un grupo denominado por todos como el de la muerte. Con un club inglés, uno español y uno italiano, los bávaros tenían la oportunidad de demostrar que el fútbol alemán sí ha venido evolucionando, y que ese cuarto cupo en la Champions League fue más mérito de Alemania, que desmérito de Italia. Y salvo por el último juego, cuando ya sabían que estaban clasificados para octavos de final, los resultados fueron impecables.
En la primera ronda de eliminación directa, se enfrentaron a un equipo conocido y cuyo apodo es «el Bayern suizo»: FC Basel. Tras un decepcionante juego de ida, el cual perdieron 0:1, apareció ese Bayern que muchos temían. Aquél conjunto goleador, capaz de ponerse en donde esta hoy día. Le marcaron siete goles al otro FCB, y siguieron marchando hacia adelante, para medirse ante otro conjunto de las ligas top 5: Olympique Marseille.
La eliminatoria ante el equipo que había parecido dejar mal parado al Borussia Dortmund en la fase de grupos, fue sorpresivamente sencilla. Con dos partidos disputados a media máquina, Manuel Neuer mantuvo su arco invicto durante los 180 minutos, mientras que la delantera puso cuatro tantos en la global. Jaque y mate.
La semifinal fue el revivir de un derby europeo, que tanta historia ha escrito. Bayern München vs. Real Madrid, un choque de verdaderos pesos pesados. Y nuevamente, la Bestia Negra hizo de las noches del Real dos bien oscuras. Primero, con un merecido 2:1 en el Allianz Arena, y luego con una formidable demostración de temple y control en el Bernabéu. Encajaron dos goles en menos de 20 minutos, para luego dominar la posesión del partido, anotar y definir como visitantes en una tanda de penales donde Manuel Neuer se perfiló de héroe. Nuevamente, un portero daría enormes alegrías al Bayern ante un rival español.
Ahora ante sí, sólo un juego más para alzar por quinta vez la copa de la Champions League.
Chelsea quiere su primer trofeo
Los londinenses ya tienen experiencia ante alemanes en la actual temporada, y no fue necesariamente positiva. Si bien lograron un claro 2:0 ante el Bayer Leverkusen en el juego de ida en la ronda de grupos, el partido en el BayArena probó ser más complicado de lo que los Blues hubieran considerado. A fuerza de contragolpes, los aspirineros voltearon el juego y se impusieron 2:1, complicando la eventual clasificación del Chelsea momentáneamente. Igual terminaron líderes de grupo, escoltados por el Leverkusen; quien terminó vapuleado por el Barcelona, futuro rival del Chelsea.
Los en aquél momento dirigidos por Vilas-Boas parecían estar siguiendo la estela de equipos que Bayern conocía, pues en esta ronda, Chelsea se tendría que medir ante el Nápoli, rival del Bayern en la ronda de grupos. Dicha eliminatoria entre londinenses y napolitanos pasaría a ser de las más dramáticas en la temporada, debido en gran medida a la soberbia actuación de Chelsea en el partido de vuelta. El partido de iba había culminado con un 3:1 para Nápoli, lo que señalaba a una eliminatoria sentenciada. Para el segundo tramo de los octavos, Chelsea logró empatar la serie con su propio 3:1, mediante un penal de Frank Lampard a quince del final. Ello obligó al alargue, período en el que el cuarto y último gol de los ingleses fue anotado y les dio el pase a cuartos. Ya venían con ánimos de hacer historia.
Al igual que el Bayern, los cuartos de final del Chelsea parecieron ser de todo menos trágicos o complicados. Dominaron al Benfica con una serie global que terminaría 3:1.
Las semifinales serían ante Barcelona, el otro candidato a ganar el trofeo. Si el partido de ida fue una sorpresa emocionante para todos, el partido de vuelta sería uno de los partidos menos predecibles en años recientes. John Terry fue expulsado temprano en el juego y Barcelona rápidamente se puso 2:0 por delante. Para sorpresa de muchos, un contragolpe que terminó en un gol de Ramires al cierre de la primera mitad, dejaba a los Blues en la final y a Barcelona urgido de salir a buscar el juego.
El segundo tiempo llegaría y, como fue durante el largo de la serie entre ambos equipos, Barcelona pujó durante el encuentro, mientras que Chelsea rompía jugadas y despejaba balones. El último gol vendría al final del encuentro, en los pies de un delantero altamente criticado por su mala forma, Fernando Torres.
Bajas sensibles en ambos lados
Ambos equipos llegan a la final con varios jugadores de bajas por amonestaciones. Las dos líneas defensivas lucirán muy diferente a como lo han venido haciendo durante la temporada.
- Bayern München: Holger Badstuber, David Alaba y Luiz Gustavo.
- Chelsea FC: Branislav Ivanovic, John Terry, Ramires y Raul Meireles.
Choque de ideologías gerenciales
Coincide también que este partido es uno disputado por dos equipos con dos modelos financieros completamente diferentes. Chelsea, propiedad de Roman Abramovich -un ruso billonario-, ha invertido copiosamente en fichajes y en reformas internas que le han costado a Abramovich cerca de un millardo de euros. el club suele presentar pérdidas las cuales son cubiertas por el magnate mismo.
Bayern lleva 19 temporadas presentando ganancias. Con una filosofía basada en no gastar más de lo que perciben, marketing y branding eficiente, así como un saludable palmarés de triunfos locales y buenas participaciones en Europa, las arcas de los bávaros lucen llenas siempre. Sin un dueño único, el contraste es lo suficientemente grande como para obviarlo.
Chelsea se sitúa de cuarto en el ranking mundial de equipos que pagan los salarios más altos del planeta, mientras que Bayern München ocupa la sexta plaza.
Gorkathletic
sinceramente, y no por afinidad, creo que el Bayern seria el justo ganador, por su trayectoria, por la motivacion y tambien por eso ultimo que dices, una buena gestion tiene que tener sus premios, opino yo.
Hopp Bayern!!