El Bayern se lleva la copa en los penaltis
El precedente previo a la final era el encuentro liguero que finalizó con un 0-0 muy competido por ambas partes. La expectación que levantaba el partido no decepcionó en el transcurso del mismo. Como dato curioso hay que decir que el envite se disputó con el que será el balón de la UEFA EURO 2016, la Adidas Beau Jeu, en lugar de la habitual Adidas Torfabrik.
El Bayern salió con su característico sistema, utilizando un 4-1-4-1 con Manuel Neuer en portería, David Alaba en el lateral izquierdo, Jerome Boateng y Joshua Kimmich como pareja en la zaga, Philipp Lahm en el costado derecho, Arturo Vidal ejerciendo de pivote defensivo, Thiago Alcántara y Thomas Müller en la sala de máquinas, Franck Ribéry en el flanco zurdo, Douglas Costa en el diestro y Robert Lewandowski como puntal ofensivo. El perjudicado fue Xabi Alonso, que no era un perfil recomendado para afrontar las rápidas transiciones del Dortmund. El chileno tiene mayor capacidad de recuperación y sobretodo más velocidad para frenarlas.
Por su parte, el Borussia Dortmund optó por una alineación más conservadora incluso que en el partido de liga saliendo con un 5-2-3 con Roman Bürki bajo palos, Schmelzer en el carril izquierdo, Mats Hummels, Sven Bender y Sokratis Papastathopoulos como trío de zagueros, Lukas Piszczek por la derecha, Gonzalo Castro y Julian Weigl en la medular, Marco Reus en el flanco zurdo, Henrikh Mkhitaryan en el diestro y Pierre-Émerick Aubameyang como referencia por el centro.
El partido comenzó con un ritmo alto, con posesiones largas de los hombres de Pep Guardiola y una muy buena organización defensiva del conjunto entrenado por Thomas Tuchel. Una contra de los aurinegros fue cortada por Boateng de forma acrobática evitando el uno contra uno de Aubameyang frente a Neuer. La siguiente jugada fue un disparo lejano de Thomas Müller que se fue ligeramente por encima del larguero. En los banquillos ambos técnicos hacían gala de su personalidad dando instrucciones de una forma muy enérgica, ya que el Bayern lograba penetrar y el Dortmund salir al contraataque, las dos cosas que no querían ver ambos.
Un detalle que Pep Guardiola había ordenado antes de salir al terreno de juego era la presión agobiante sobre Julian Weigl a sabiendas de que el joven mediocentro tenía una gran salida de balón. Y así fue, Thomas Müller no se le despegó en ningún momento, pero de todos modos lograba sacar el esférico de forma limpia. De hecho el joven muniquense fue uno de los mejores de su equipo.
Había tramos de posesiones muy largas por parte del Bayern que terminaban en una ocasión que la defensa o Bürki lograban que se quedase en eso, ocasión. Pero todas eran rápidamente contestados por la entidad de la cuenca del Ruhr. Por ejemplo, un rechace que Lewandowski podría haber empujado fue muy bien evitado por el despeje de Sokratis y acto seguido Aubameyang hizo una internada explosiva que finalizó en un disparo algo desviado.
Nada más empezar el segundo tiempo el propio ariete polaco fallo un remate a puerta vacía al que llegaba muy forzado siendo la ocasión más clara hasta el momento. A partir de ahí fue un asedio de los bávaros durante unos 10 minutos en los que Douglas Costa hizo muchísimo daño encarando a Marcel Schmelzer y zafándose de él en prácticamente todas las ocasiones.
Acto seguido hubo dos grandes jugadas individuales por parte de Marco Reus y Thomas Müller que ni Aubameyang ni Lewandowski lograron finalizar en el fondo de la red. En la acción de los bávaros, Mats Hummels se jugó la roja con una entrada por detrás pero midió de una forma excelente que le permitió evitar el disparo de su rival.
El Borussia Dortmund sufrió las lesiones de dos jugares importantes en apenas 10 minutos. Tanto Schmelzer como Hummels tuvieron que retirarse en el 69′ y en el 77′ por molestias siendo reemplazados por Erik Durm y Matthias Ginter, respectivamente.
Seguidamente, la primera acción polémica del partido ocurría en el área del Dortmund, cuando Sokratis agarró a Arturo Vidal rasgándole la camiseta por la parte trasera, en un penal que el colegiado debería haber pitado.
En el minuto 85 hubo una contra de libro del Borussia iniciada por el mismo zaguero griego que se zafó de hasta tres rivales antes de abrir el balón para Piszczek. El carrilero polaco hizo un gran pase a Aubameyang que solo frente a Neuer quiso finalizar de forma acrobática y se le fue el balón alto. Sin duda esta acción fue la ocasión de gol más clara de todo el encuentro.
Justo antes de que el árbitro pitase el final del tiempo reglamentario hubo un gol de Douglas Costa que fue anulado de forma correcta por un fuera de juego muy justo.
En la primera parte de la prórroga Lewandowski se quedó en un mano a mano frente al arquero del Dortmund y vio como su disparo era bloqueado en el último momento gracias a una providencial segada de Erik Durm.
El propio futbolista recibió una entrada a destiempo muy dura en el tobillo de Douglas Costa que recibió la amarilla pero debió ser expulsado por dicha imprudencia.
Justo antes de llegar al descanso del extra time, una jugada que parecía abocada a pasar desapercibida fue perfectamente aguantada por Castro, quien abrió a Mkhitaryan. El armenio puso un buen centro chut al segundo palo pero Aubameyang no entró a causa del desgasto físico que había sufrido a esas alturas del encuentro.
En la segunda parte Müller hizo una entrada muy sucia directa al gemelo de Sven Bender, quien pudo continuar con algo de molestias. Dicha acción podría haber provocado que el ariete viese el camino a los vestuarios antes de tiempo, pero Marco Fritz decidió dejarlo en cartulina amarilla.
La penúltima ocasión fue un centro envenenado rebotado en Piszczek que el portero suizo sacó con alguna dificultad. Poco después hubo un disparo de David Alaba con el exterior del pie que fue peinado por Lukasz Piszczek, lo que dificultó una parada de Roman Bürki, quien la sacó con el pecho.
El colegiado pitó el final de los 120 minutos en un partido ligeramente dominado por el Bayern pero que ambos merecían ganar, ya fuere por capacidad ofensiva de unos o por la organización defensiva y los despliegues veloces de otros. Después de no haber podido marcar en dos horas de encuentro tocaba decidir el campeón desde los once metros.
Shinji Kagawa, que había entrado en el descanso entre prórrogas, y Arturo Vidal anotaron los dos primeros. Sven Bender no disparó bien y Manuel Neuer atajó con mucha facilidad. El gol de Lewandowski puso el 1-2 para los bávaros. El siguiente en lanzar fue Sokratis, que quiso ajustar tanto el disparo que le dio al palo. Acto seguido, Joshua Kimmich efectuó el peor de los 10 penaltis de la tanda, intentando un disparo flojo por el centro que Bürki paró en una posición poco ortodoxa. A partir de ahí, Aubamenyang, Müller, Reus y Douglas Costa marcaron todos los penaltis hasta llegar al 4-3 final que coronaba al Bayern con su título copero número 18.
En definitiva fue un gran encuentro que ambos merecieron ganar, pero que la precisión desde los once metros decidió a favor de los bávaros. Enhorabuena al Bayern y a Pep Guardiola, que cierra de forma inmejorable su periplo en territorio teutón. También enhorabuena a Thomas Tuchel, que pese a no lograr ningún título empieza con grandes sensaciones esta etapa, habiendo hecho la mejor temporada de la historia del club y quedándose cerca de levantar la DFB Pokal. La rivalidad estará asegurada entre este nuevo Dortmund y el futuro Bayern de Carlo Ancelotti. Salud y fútbol a todos.