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Bremen, el cuartel del Bombardero

Bremen, el cuartel del Bombardero

Claudio Pizarro encarará su tercera etapa como jugador de Werder Bremen, club al que adoptó como su segundo hogar y en el que ya es una leyenda. El peruano sigue haciendo historia en Alemania.

Claudio Pizarro Werder Bremen

El Bombardero retorna al cuartel.

Hablar de Claudio Pizarro es hablar de uno de los delanteros más significativos que tiene el fútbol sudamericano y, ni que hablar, el deporte de Perú. Es hablar del joven futbolista que llegó a Alemania hace 16 años como una apuesta y que todos los títulos, reconocimientos y gloria que logró solo formaban parte de sus más profundos sueños. Es reafirmar la teoría, basada en una popular –pero no por eso irreal- cita bíblica, de que “nadie es profeta en su propia tierra”.

Pizarro es el ejemplo de que las barreras de la cultura, política, idioma y hasta credo son abolidas y reunificadas en un solo ámbito, el fútbol, el cual tiene una composición universal y que desconoce las fronteras. Y si no, pregúntenle a los miles de aficionados del Werder Bremen que se abarrotaron en el aeropuerto de Bremen horas posteriores a conocer que Pizarro estaba volando al norte de Alemania para negociar su nuevo contrato con el club de Weserstadion. Ni que hablar cuando el artillero peruano salió de la zona de embarque para ser trasladado a las instalaciones del club. Camisetas, bolígrafos, smartphones y cámaras de fotos profesionales componían el escenario de la llegada del ‘Bombardero’ que llegaba para gastar las últimas municiones de su carrera profesional.

Pero como toda leyenda, él también tiene un comienzo, allá donde comenzó el ritual de iniciación rumbo a la idolatría total en Alemania, pero precisamente en Bremen. Fue el siglo pasado, en 1999. Sí, hace bastante tiempo. Un jovencísimo Claudio Pizarro realizaba su primer aterrizaje -de centenares que vendrían luego- en Bremen procedente de Lima, Perú. En el fútbol peruano había dejado una marca impresionante jugando para Alianza Lima, club que lo fichó del Deportivo Pesquero en 1997, y que le dio la confianza para ser titular indiscutido a pesar de su juventud. Y fue en la campaña 1998/1999 que tuvo su máximo esplendor en la capital. Y como si el destino lo quisiera así, en el partido contra Unión Minas, Pizarro se despachó con cinco goles ante la atenta mirada de emisarios y ojeadores del Werder Bremen, quienes asombrados por lo que habían visto aquella tarde, decidieron llevárselo para Alemania.

Claudio Pizarro Werder Bremen

Claudio Pizarro, durante su primera etapa en el Werder Bremen. Aquí en plena temporada 2000/01. Foto: Imago.

El nuevo desafío estaba en Alemania, un país diametralmente distinto a su Perú natal, pero que en términos futbolísticos y de rendimiento no le sería para nada hostil y hasta iba a parecer que hubiera nacido para jugar en la Bundesliga. Entre 1999 y 2001 –su primera etapa en Werder Bremen- Pizarro completó 56 partidos y marcó 29 goles. Su debut en la red fue el 12 de septiembre de 1999, cuando por la cuarta jornada de Bundesliga anotó de cabeza el primer gol del Werder Bremen en su posterior victoria por 5-0 sobre Kaiserslautern en Weserstadion. Sus primeros dos años en la Bundesliga fueron extraordinarios, por lo que rápidamente saltó a la primera plana del fútbol europeo y, como si fuera poco, obtuvo su primera convocatoria al seleccionado mayor de Perú en 2000.

El Bombardero de Los Andes, como lo bautizaron en tierras germánicas, despertó el interés de grandes clubes de Europa. Desde el entorno de Pizarro presionaron al Bremen para que se consideraran las ofertas por el jugador que estaban al caer y, para la temporada 2001/02, el internacional peruano dio el salto de calidad: fue adquirido por el todopoderoso Bayern Munich que venía de ganar la Bundesliga y la UEFA Champions League bajo la tutela del legendario Ottmar Hitzfeld, quien había solicitado su fichaje a la junta directiva encabezada por Franz Beckenbauer.

Como en su llegada a Alemania, en su primera experiencia en un club de elite mundial, a Pizarro no le costó adaptarse y su rendimiento fue espectacular desde el inicio lo cual le permitió entrar en la consideración de Hitzfeld, quien demostró su lealtad con el peruano cuando lo incluyó en el XI inicial en la final de la Copa Intercontinental ante Boca Juniors, la cual quedó en manos bávaras y fue su primer título como jugador de Bayern Munich.

En Baviera pasó seis años extraordinarios con un ritmo goleador sostenido a medida que avanzaban las temporadas, registrando un promedio de un gol cada dos encuentros. Luchó mano a mano el puesto como titular frente a grandes delanteros de área como Roque Santa Cruz, Carsten Jancker, Roy Makaay y su compatriota Paolo Guerrero. En su primera etapa en Munich, Pizarro logró varios títulos: 3 Bundesliga (2003; 2005; 2006), 3 DFB Pokal (2003; 2005; 2006) y 2 Liga Pokal (2004; 2007). Pero a pesar de los empalagosos festejos y títulos, el Bombardero siempre tuvo presente al Werder Bremen. Y volvería. Sin embargo, luego de sus años en Munich decidió probar suerte en Londres cuando Chelsea lo incorporó a su proyecto multimillonario encabezado por el magnate Roman Abramovich y si bien tuvo muchas oportunidades, nunca terminó de encajar bien en Stamford Bridge. Al cabo de una regular e insatisfactoria temporada 2007/08, Pizarro se replanteó con su representante el hecho de continuar en Inglaterra, y fue allí cuando apareció el Werder Bremen con las puertas abiertas a aquel futbolista que se había ido como una gran joya y que ahora era uno de los delanteros más temidos de Europa. Fue cuestión de días para que se concretara el tan ansiado retorno de Claudio a Bremen.

Número 24. El dorsal 14 ya había sido asignado a Aaron Hunt. Foto: Diario El Comercio de Perú.

Número 24. En 2008, su mítico dorsal 14 ya se le había sido asignado a Aaron Hunt. Foto: Diario El Comercio de Perú.

La segunda etapa del Bombardero de Los Andes en la cuenca del río Weser fue igual de exitosa o incluso mejor de lo que había sido su desembarco en 1999. Pizarro ya contaba con bastante experiencia en Europa y, a diferencia de años anteriores, su rol fue exclusivamente de la experiencia en un equipo que tenía un fuerte tinte de juventud en sus filas con el auge de grandes talentos como Mesut Özil, Philipp Bargfrede y Per Mertesacker. Pizarro se unió a la vieja guardia junto a Torsten Frings y Frank Baumann para llevar la voz de mando en el vestuario y ser la mano derecha del entrenador Thomas Schaaf.

En la primera campaña de la segunda etapa en Werder Bremen, Pizarro contribuyó con 25 goles entre Bundesliga, Champions League y Europa League, torneo en el cual el Bremen quedó a las puertas de la gloria al caer en la final ante Shakhtar Donetsk de Ucrania por 2-1 en tiempo suplementario. De todas formas, el equipo de Schaaf se había dado el gusto de haber eliminado al eterno rival, el Hamburgo, en las semifinales. Allí, Pizarro también dejó su huella con un gol en el triunfo 2-3 en Imtech Arena.

El año 2010 sería importantísimo para la carrera deportiva de Pizarro. Luego de haber sido galardonado como el máximo goleador de la Europa League 2009/10 –y primer jugador peruano en lograr esa distinción-, el Bombardero se inscribió en los libros de historia del fútbol alemán cuando el 23 de octubre de 2010, en Borussia Park, anotó su gol número 134 en Bundesliga, superando los 133 gritos del brasileño Giovanne Elber, y se transformó en el máximo goleador extranjero de la historia del fútbol germánico, récord que estiraría hasta hoy con 177 anotaciones. La victoria por 1-4 del Bremen sobre Borussia Mönchengladbach será recordada por el propio Pizarro y los aficionados del club verde con un sabor especial.

Recuerdo de aquel gol ante el Gladbach. Cortesía: www.alianzalima.tv

 

Llegó el 2012 y la decisión ya estaba tomada. Claudio Pizarro no renovaría con Werder Bremen por intención propia según lo confirmaba el por entonces Director Deportivo Klaus Allofs y luego de 11 volvía a repetirse la misma historia: se mudaba al sur, a Munich. El FC Bayern volvía a confiar en el peruano, pero esta vez desde su función como líder de grupo y sus actuaciones como titular fueron disminuyendo aunque era una de las principales opciones para salir como suplente.

La historia se repitió tal cual lo había sido en su primera experiencia en Allianz Arena, con muchos títulos. Pizarro fue parte del Super Bayern que logró el Trébol en 2013 (Bundesliga, DFB Pokal y Champions League) a lo que se le sumó la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes de la FIFA, además se consagró con la liga alemana nuevamente en 2014 y 2015, y repitió la hazaña en la Copa de Alemania en 2014.

Al cabo de la temporada 2014/15, habiendo ganado todos los títulos posibles con Bayern Munich y sabiendo que no iba a estar en la consideración de Pep Guardiola, el experimentado delantero de 36 años decidió dejar Baviera, aunque esta vez tuvo un merecido reconocimiento. Todo Allianz Arena estuvo de pie coreando su nombre y aplaudiendo a más no poder cuando ingresó al campo de juego en la antesala al encuentro de Bundesliga entre Bayern Munich y Bayer Leverkusen de la corriente temporada. Le dedicó palabras de agradecimiento al club muniqués y a toda la afición, dando así su despedida definitiva.

Pero cuando su carrera parecía llegar al final, el amor por el club que lo recibió y forjó en el exigente fútbol europeo y que lo acobijó cuando más lo necesito pudo más y sintió que el fin de su carrera tiene un lugar ineludible: Bremen, el cuartel del Bombardero.

Argentino. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y periodista deportivo. Analista de fútbol europeo, especialista en fútbol alemán. En el equipo de MiBundesliga desde 2013. Contacto: [email protected] / Twitter: @Ezerocha

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