El dilema de los técnicos en Hamburgo
Nada más y nada menos que Horst Hrubesch, histórico delantero del HSV convertido en el seleccionador que obtuvo la medalla de plata en las Olimpíadas de Río 2016, fue quien retomó la discusión sobre la impaciencia de la directiva del Hamburgo SV al momento de darle continuidad a los técnicos de turno. No se reservó mucho.
Tras una más que controversial salida de Bruno Labbadia del banquillo de los hanseáticos, el tema de la dirección deportiva volvió al centro de atención en manos de una autoridad moral del HSV. Labbadia, el primer técnico en durar más de un año al mando de los Rothosen desde el 2013, fue destituido tras cinco fechas sin resultados convincentes.
Hrubesch comentaría sobre la crisis actual de su ex-equipo: “Incluso yo debo salir ocasionalmente de mi guarida y pronunciarme. No siempre es culpa del técnico. Varios deberían hablar menos, correr más y salir al campo de juego como equipo. Para mí es rescatable que, por fin, se le achaca algo de la responsabilidad al plantel”, dijo el ex-técnico de la selección Sub-21 alemana.
La falta de claridad en los objetivos a largo plazo por parte de la directiva es algo que Hrubesch considera crítico en el futuro del HSV, si es que han de enderezar el rumbo. A su parecer, la existencia de un individuo que aporte substancialmente a las finanzas del equipo, como es el caso de Klaus-Michael Kühne, pudiese presentarle una solución a tantas voces disonantes en la directiva: “El que paga la música es quien elige la canción. Eso debería ser una respuesta clara a la crisis. Eso es lo que en los últimos años no he visto. Espero que se logre conseguir una solución.”
La acelerada rotación de técnicos en Hamburgo es algo que ha dejado atónito a cualquier seguidor de la Bundesliga, a quienes se les puede entender el no saber el nombre del coach del HSV. Desde la primera vez que Labbadia fue destituido de la dirección técnica del equipo en el 2010, han desfilado un total de 12 entrenadores diferentes, a razón de dos por temporada.
![Hamburgo](https://mibundesliga.com/wp-content/uploads/2016/10/Hertha-BSC-v-Hamburger-SV-Bundesliga-2.jpg)
René Adler es, junto a Örjan Nyland (Ingolstadt), el único portero que aún no sabe lo que es dejar su portería a cero en la presente Bundesliga. Foto: Stuart Franklin/Bongarts/Getty Images.
De ellos, solamente Thorsten Fink (2011-2013) y el segundo período de Labbadia (2015-2016) fueron las instancias en las que el técnico duró al menos un años en el cargo. Si bien la Bundesliga es un torneo en el que la rotación de managers es común, el tumultuoso camino que recorre el HSV es algo atípico.
La estabilidad es algo primordial para cualquier proyecto, y parte del debate que se ha ido dando en Alemania esta temporada, gira en torno a la falta de garantías para quienes están en la línea de fuego. La prensa y la afición han sido acusadas de impacientes, así como la directiva de dejarse llevar por la presión. La opinión de Hrubesch y de varios técnicos ha salido a la defensa de los miembros de su gremio.
En el HSV, ambos lados del argumento han conseguido un caso en el cual afincarse, justamente por lo volátil y emblemático que resulta el apodado ‘dinosaurio’ de la Bundesliga, al ser el único equipo en la historia del torneo que no ha faltado a ninguna campaña.
Por el momento, Markus Gisdol es quien se sienta en la silla caliente. Su primer encuentro no dio tregua a la crisis, tras perder 0:2 en casa del Hertha BSC, pese a mostrar cambios significativos en cómo se encaró el encuentro. Si un treceavo técnico no da resultados, Hamburgo deberá replantear su estrategia, así como la cuota de culpas a repartir y quiénes la recibirán.
Aplicar la reiterada táctica de remover al técnico, quizá no sea suficiente para evitar volver a disputar el descenso; esta vez, con un potencial fin al histórico legado del Dino.
Imagen de portada: Stuart Franklin/Bongarts/Getty Images