Erling Haaland y un secreto que no quiere que salga a la luz
En las últimas horas, se descubrió un secreto de Erling Haaland que el propio noruego no quiere que se conozca por todos.
Las lesiones atormentaron su temporada
Nadie puede negar la calidad que tiene Erling Haaland en sus pies. En plenitud física ya ha demostrado con sus números que era capaz de llevar un promedio de un gol por partido vistiendo la camiseta negriamarilla. Sin embargo, en la presente campaña, las molestias físicas han arruinado cualquier tipo de plan personal y colectivo.
Pensemos que la estrella de BVB ha jugado apenas 26 encuentros en la presente temporada que ya está llegando a su cierre. Y como solo le queda la Bundesliga por disputar, en el mejor de los casos cerrará con 30 partidos jugados en su haber. Un número muy bajo teniendo en cuenta sus competidores.
Ahora bien, si vamos a los números, se ha perdido 16 partidos en esta temporada. Una de las grandes causas, sin ningún tipo de duda, de porque la campaña para el equipo no está siendo para nada buena. Y más allá de esto, a quién más le preocupa esto es al centrodelantero.
Haaland y un secreto que no quiere que tome trascendencia
Estamos a tan solo un mes para que la temporada termine y el mercado de verano vuelva a abrir. Y claramente, se viene el momento más álgido para Haaland, que está muy cerca de cerrar su pase con el Manchester City. Pero Haaland no quiere que sus lesiones tomen mayor revuelo público.
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Y lo más grave del asunto es que, hoy por hoy, sufre una inflamación en una de sus piernas y se niega a realizarse una resonancia magnética porque teme que su diagnóstico frustre su transferencia. Ahora bien, esta estrategia es bastante ineficaz. Si tomamos en cuenta que todos los jugadores pasan por una revisión física antes de firmar contrato, su lesión tarde o temprano será conocida por sus «compradores».
«No podemos empujar al muchacho a que se haga el examen. Si tiene dolor y recibes golpes le está haciendo daño a su cuerpo. Eso está muy claro. Pero él se muerde los labios, se toma un analgésico y sigue jugando.»
