Hamburger SV: Síntomas de reincidencia
El HSV llegó a la mitad de temporada en un estado preocupante. Fichajes que no rinden, paupérrimo rendimiento ofensivo y una recurrente dificultad para afirmarse en una liga tan competitiva son los puntos que justifican el presente de los hanseáticos.
Los números no mienten. Si bien la temporada se ha consumido en un 50 por ciento y (¿todavía?) es temprano para hacer un balance comparativo con el curso anterior, el Hamburgo se encuentra en la parte baja de la tabla de posiciones en un estado de alarma permanente. Aparcado en el decimocuarto puesto (17pts con 4 partidos ganados, 5 empatados y 8 perdidos) y a solo dos puntos del colista Friburgo, el objetivo principal en Imtech Arena es similar a la del año pasado: luchar por la permanencia.
Llegan las últimas semanas de diciembre y las primeras de enero y todos los equipos de la Bundesliga disponen del tiempo para reafirmar o replantearse su performance a lo largo de la primera mitad de temporada. Ésta última opción, es la que mejor encaja en el equipo del norte alemán.
En la campaña anterior, el HSV afrontó el momento más delicado de sus 127 años de historia: jugar la eliminatoria decisiva para no perder la categoría. Logró superar al Greuther Fürth, aspirante al ascenso a la 1.Bundesliga y, a sabiendas de que el equipo había superado una situación límite, se estimaba que la lección había sido aprendida. Pero el comienzo del curso 2014/15 depararía lo contrario.
El Hamburgo superó la primera ronda de DFB Pokal por penales ante el Energie Cottbus, aunque sin jugar bien, mostrando muchas dificultades para crear situaciones de gol y con una línea defensiva bastante endeble. Esto se acentuó más con el arranque y continuidad de la Bundesliga. El empate contra Colonia y las dos derrotas consecutivas (ante Paderborn en Imtech Arena y contra Hannover como visitante) marcaron la salida prematura de Mirko Slomka como entrenador.
La junta directiva del Dino no se tardó demasiado en buscar un reemplazante. Josef Zinnbauer fue designado al día posterior como nuevo director técnico del HSV. Fue una decisión arriesgada dado que el entrenador había llegado en julio para hacerse cargo del segundo equipo tras su paso por el Karlsruher II y el Oldenburg de la Regionalliga Nord. En otras palabras, se optó por un entrenador inexperto para revivir un equipo en coma. Pero en el primer partido de la ‘Era Zinnbauer’, el HSV dio el batacazo de la jornada. Logró un empate 0-0 como local nada más ni nada menos que contra un Bayern München que comenzaba a tomar alto vuelo en la liga.
Esta clase de altibajos define a la perfección el andar del Hamburgo en las primeras 17 jornadas de Bundesliga. Un equipo que puede caer estrepitosamente 3-0 contra el modesto Hertha Berlin o bien ganar el Derby del Norte contra el Werder Bremen por un claro 2-0 o aguantar el 1-0 ante el asedio constante del Bayer Leverkusen.
Sin embargo, hay un aspecto en particular para mejorar de aquí al final de la temporada: El ataque. El HSV es el equipo menos goleador del campeonato alemán con 9 goles, de los cuales uno fue en contra del arquero Raphael Wolf del Bremen y dos desde la vía del penal, cortesía del capitán Rafael van der Vaart. Como dato que sustenta la marcada debilidad ofensiva, se destaca que los Rothosen marcaron el primer tanto en liga tras cinco jornadas y que en las últimas tres, la sequía volvió a hacerse presente. Pero, a su vez, es el cuarto equipo que menos goles ha recibido (19) por detrás del Bayern München (4), Borussia Mönchengladbach (16) y Wolfsburg (17).
En lo estrictamente futbolístico, el rendimiento colectivo estuvo por debajo de lo que se estimaba y las nuevas incorporaciones, lejos de ser el revulsivo para repuntar, cayeron en la misma sintonía. Tanto Lewis Holtby, exjugador del Schalke y Fulham, como el volante externo Nicolai Müller, figura del sorprendente Mainz modelo 2013/14, tardaron más de lo estipulado en adaptarse y aún no se ha visto lo mejor de ellos en el campo de juego. Aunque en contrapartida, el que completó una aceptable mitad de año fue el suizo Valon Behrami, muy importante en su papel de mediocampista defensivo, tanto en los relevos como en la presión sobre el rival.
Por el lado de los ‘veteranos’, tanto el arquero Jaroslav Drobny como el capitán Rafael van der Vaart fueron los que, desde su liderazgo y motivación, impulsaron a sus compañeros a no caer en el espíritu derrotista que acechaba en el primer tramo del torneo. El caso de Drobny es bastante particular, ya que fue Slomka quien lo introdujo como titular relegando al gran portero René Adler al banco de suplentes ante Hannover en su último partido al mando del HSV. Pero tras su salida, Zinnbauer optó por darle la confianza al arquero checo, quien parece haberse adueñado del arco por lo que resta de la temporada.
¿QUÉ ESPERAR PARA 2015?
El Hamburgo deberá trabajar bastante en la segunda mitad de la temporada como ya lo ha destacado el propio entrenador al afirmar que “nuestro próximo paso es encontrar consistencia en el juego, porque es más jugar bien que estar luchando por sacar adelante un partido. Vamos a trabajar mucho sobre esto durante el parón”. Zinnbauer lo tiene claro. La consistencia y, fundamentalmente, la eficacia en el arco rival, serán la clave. Ahora, dependerá de los jugadores interpretar el mensaje del entrenador para que los fantasmas de la temporada pasada no vuelvan a sobrevolar Imtech Arena. La Bundesliga es un certamen con mucha paridad y es por esto que, con el ajuste de tuerca necesario, el HSV puede asegurar su plaza en Bundesliga antes de las últimas jornadas.
DESDE CUBA
ABRAZOS desde Cuba hermano acá extrañándo sus correos y comentarios GRACIAS por esta página..Darien