Hertha – Union, ¿Dónde está cada uno en la lucha por el trono de Berlín?
“El Union es el equipo número 1 en Berlín sobre Hertha”. O al menos, es lo que afirmaba categóricamente Max Kruse, jugador de Die Eisernen en redes sociales tras la victoria en el derbi de la capital alemana en DFB Pokal (2-3). Cabe pensar que para probar tal cosa habría que analizar factores económicos o históricos, entre otros. Pero, ¿Cuánta razón tiene el veterano jugador de 33 años?
RELACIÓN CORDIAL ENTRE UNION Y HERTHA…HASTA AHORA
Los dos equipos principales de la ciudad habían convivido pacíficamente hasta ahora. Rara vez habían coincidido en la misma categoría. Jamás en la primera división del fútbol teutón. Por no mencionar que antes de la caída del muro ni jugaban ni el mismo campeonato. En los últimos años, ambos han llevado a cabo distintos actos celebrando la reunificación alemana y han compartido la idea de que era una rivalidad sana, hasta de confraternización dado lo que ha sufrido la ciudad a lo largo de su historia.
Pocos pensaban, eso sí, que esto continuase ahora que comparten misma división, calendario y objetivos. Y es que el ascenso de Union Berlin en 2020 pasaba a garantizarnos al menos dos derbis por temporada (que serán tres en esta contando el reciente duelo de Copa).
HERTHA, BUSCANDO SU IDENTIDAD
En un principio, el Hertha BSC, claro dominador de la ciudad y proveniente del Berlín Occidental, esperaba estar peleando por Europa a estas alturas. La llegada del inversor Lars Windhorst llenaba de expectativas a los del barrio de Charlottenburg, con fichajes de renombre y el objetivo de convertirse en un auténtico Big City Club.
Nada más lejos de la realidad. Los escándalos del joven empresario no dejan de aparecer en la prensa alemana. Se está poniendo mucho en duda el origen de su financiación y nadie tiene muy claro las cifras y planificación financiera que tiene pensadas para los Herthaner. Es cierto que llegaron Suat Serdar, Belfodil, Jovetic, Ekkelenkamp, Lucas Tousart o Jhon Córdoba, pero la incertidumbre desde arriba no parece permitir que el proyecto se consolide y que se establezcan objetivos realistas.
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Esto también afecta dentro del campo, y es que nadie tiene claro a qué juegan. Parecen acumular mucho talento que no termina de conectar y entenderse. La imagen de los centrales Michael Stark y Boyata pasándose el balón una y otra vez sin poder superar una sola línea de presión de su rival local era para verla…
UNION, UNA FILOSOFÍA CLARA Y RECONOCIBLE
Por otro lado están los ‘rockeros’ del Union Berlin, a los que todo parece salirle bien. Cuartos en Bundesliga, a un punto de los terceros y en cuartos de final de Copa. Único club de la antigua RDA en la élite, los del barrio de Köpenick lucen con orgullo su origen humilde y las imágenes de sus aficionados construyendo con sus propias manos la grada de su estadio. Parecen sentirse cómodos en ese papel de underdog.
Eso sí, a pesar de no tener demasiados recursos, cualquier aficionado de la Bundesliga sabe cuál es su proyecto, la idea que quieren transmitir y cómo juegan. Lo sabe desde la junta directiva, que conoce a la perfección el tipo de jugadores que hay que fichar cada verano, a sus aficionados, que tienen muy claro lo que pueden esperar cada tarde de fútbol en An der alten Försterei.
Los objetivos deportivos se van trazando conforme pasa la temporada, y nunca pensando en ellos antes que en la fiel creencia en su filosofía. Es por eso que los Awoniyi, Trimmel, Knoche y hasta el polémico Kruse parecen encajar a la perfección vestidos de rojo.
LA HISTORIA SIGUE ESCRIBIÉNDOSE ENTRE HERTHA Y UNION
Ya sabemos que en el fútbol el pasado no cuenta. Desgraciadamente, para los Traditionsvereine (clubes alemanes de larga tradición y éxito en su historia), de poco sirven los trofeos ganados en épocas pasadas. Y si no que se lo digan a Nürnberg, Hamburgo SV o Hannover. Sí, con dos Ligas y presencias continuadas en competiciones europeas el Hertha ha saboreado más éxito que el Union. Sin embargo, los últimos derbis y las dos últimas temporadas en general son una clara evidencia de que la tendencia puede estar cambiando. Sólo hay que mirar la clasificación.
Así que si la afirmación de Max Kruse no es cierta, al menos, deberían tomársela en serio en el lado blanquiazul de la ciudad. Die Eisernen están de moda.