Mats Hummels y Thomas Müller, indispensables para Alemania

La reaparición de Mats Hummels y Thomas Müller con la Selección Alemana podía ser la solución a los varios problemas ofensivos y defensivos que venía teniendo el combinado dirigido por Joachim Löw. Con dos partidos de Eurocopa disputados y en los que las sensaciones en conjunto han sido positivas, sobre todo ante Portugal, se puede afirmar que el valor de los dos para Alemania es incalculable.

Hummels con sólidas actuaciones en la zaga

Pese a que contra Francia se le señalara por su gol en propia que a la postre fue el único que se anotó en todo el encuentro, lo cierto es que la defensa de Alemania no se sustentaría sin la figura de Mats Hummels. El central de Borussia Dortmund le ha dado el orden y el equilibrio que en otras convocatorias y con otros nombres faltaba. Sin ir más lejos, su segundo tiempo ante los franceses fue una exhibición de coraje y buen criterio, evitando en más de una ocasión que Mbappé se plantara solo ante Neuer y sentenciara para el rival.

Luego, en el segundo encuentro contra Portugal, tenía la dura tarea de hacer frente a Cristiano Ronaldo y aún así realizó una actuación sólida. Los dos goles de los portugueses vinieron más por méritos propios que por deméritos de la defensa alemana, que más allá de esas jugadas tampoco tuvo que hacer frente a demasiados problemas gracias al control del partido que hubo del mediocampo hacia arriba. Además, parece que la presencia de Hummels ha hecho mejores zagueros a aquellos que le acompañan, Ginter y Rüdiger. Sobre todo a este último, que suele ser uno de los jugadores señalados cuando las cosas le van mal a la Mannschaft.

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Müller le ha devuelto el diente a Alemania

Por la parte de Thomas Müller el nivel ha sido igual de bueno. Sus buenas actuaciones con FC Bayern München ya dejaban entrever que debía tener un hueco con la Selección Alemana y desde luego ha demostrado que nadie se equivocaba. A un ataque que en ocasiones le faltaba movilidad en las inmediaciones del área, las características de Müller le han venido como anillo al dedo. Su movilidad y capacidad de asociación en tres cuartos le dan la vida a Alemania. Ejemplo de ello es el tercer gol a Portugal, donde con una combinación rápida con Kimmich dejó rota a la defensa para que viniera el centro de Gosens y el tanto de Havertz.

Además, su esfuerzo sobre el césped en otras tareas sn balón son dignas de admirar. Es el primero que salta a la presión con mucho atino y sin importar el minuto de juego. Una intensidad que en muchos partidos también venía escaseando y que, con un Müller que pueda echarse el equipo a sus espaldas, se hace latente en todo el equipo. Es por todo lo mecionado que, cuando se habla de quién debería ser titular en ataque, su nombre ni siquiera se discute.

La próxima cita que les depara a ambos con Alemania es contra Hungría en la última jornada de la fase de grupos. Es un partido sobre el papel más sencillo que los dos anteriores pero no hay que confiarse ya que los húngaros consiguieron sacarle un empate a Francia. Si la Mannschaft gana avanzará matemáticamente. Si empata, dependerá de otros resultados pero tendrá pie y medio en octavos. Y si pierde tendrá que rezar para que los franceses ganen a Portugal y que otros dos terceros de grupo tengan un peor registro.