¿Qué es lo que hace al Ingolstadt tan «Ingolstadt»?
El partido que se jugó en el Signal-Iduna Park entre Borussia Dortmund e Ingolstadt 04 (con sufrida victoria del local) dejó claras muchas cosas. Primero: No todo equipo recien ascendido a la Bundesliga es vulnerable. Segundo: un equipo chico, pero bien organizado, puede hacerle frente hasta a los más grandes, y meterlos en serios problemas, en cualquier liga o país. Tercero: La estabilidad dentro y fuera del campo de juego es clave para el éxito de cualquier encuentro futbolístico.
Estas tres premisas se dan en un momento en el que clubes ciertamente reconocidos en Alemania (léase Werder Bremen, Hannover, Frankfurt) pasan por duras crisis de resultados (véase este artículo y éste otro). Y ello ha dado pie a que salgan a la luz equipos ‘diferentes’, que a pesar de llevar la etiqueta de ‘novatos’, callan bocas y dan de qué hablar. Ingolstadt encaja perfectamente en esta categoría (el club apenas existe desde 2004, léase su origen aquí), y ello se debe en muy buena parte a su entrenador, el austríaco Ralph Hasenhüttl, cuya historia da respaldo a su éxito actual.
Delantero en sus tiempos como jugador, Hasenhüttl llegó a destacar en su país, y también jugó en Bélgica y Alemania, donde terminó su carrera en las reservas del Bayern en 2004, donde compartió vestuario con unos tales Philipp Lahm y Bastian Schweinsteiger. Después se aventuró a dirigir, y su primera parada fue el SpVgg Unterhaching (actualmente en 3° división), donde pasó desde entrenador de juveniles hasta el primer equipo. Más tarde, dirigiendo ahora al VfR Aalen, lo salvó del descenso en 2011 y lo ascendió a 2° división en 2012, donde hicieron una destacada primera campaña terminando novenos. Después de 2 años con Aalen, renunció por diferencias con los directivos en junio de 2013.
Llegó al Ingolstadt en octubre de ese año, reemplazando a Marco Kurz como entrenador. Ingolstadt estaba último de la tabla en la 2° división, y Hasenhüttl los llevó al 10° lugar al finalizar la temporada. La siguiente temporada, sorprendieron a todos ascendiendo a primera como campeones y faltando 1 fecha por jugar (véase aquí). Y como si con eso no hubieran dado ya un golpe en la mesa, en su primer partido de 1° división en su historia ganaron de visita al Mainz 05, equipo que siempre está en la conversación por puestos europeos. 2 victorias en los siguientes 4 partidos ratificaron que no se iban a quedar con la etiqueta de ‘cenicientas’ de la Bundesliga.
Partidos como los que se vieron ante Dortmund, Schalke, Wolfsburg y Dortmund durante esta temporada tienen su base en lo que el mismo Hasenhüttl hace dentro del equipo. Mantener el perfil bajo y no hacerse expectativas excesivas de ganarlo todo los ayuda a jugar tranquilos y sin presión. «No perder es lo importante. El 99% de las veces un 0-0 es un muy buen resultado para nosotros», afirmó Hasenhüttl en una entrevista. Un ambiente amigable, respetuoso, donde todos disfrutan de trabajar juntos, hace de este equipo un conjunto muy unido. Pero lo futbolístico es lo que en el campo se ve, y ha dado resultados. Hasenhüttl trabaja muchísimo la presión alta, impidiendo una salida limpia de cada equipo al que enfrenta, y a veces aprovechando errores en salida para castigar. Sus transiciones rápidas de defensa a ataque y de nuevo a defensa son de cuidado. Y aunque no son un equipo muy prolífico en ofensiva, lo compensan con un excelente trabajo defensivo que, de hecho, lo tiene entre las 5 vallas menos vencidas del torneo, donde sólo lo superan el Bayern, el Leverkusen y el Hertha Berlin.
Detalles futbolísticos y extrafutbolísticos hacen de este club uno digno de seguir y observar en la Bundesliga actual. Quién sabe, si este club sigue en una tónica como esa, y con un entrenador como ese, la Bundesliga probablemente tendrá Ingolstadt para rato.