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Una casa de naipes llamada FC Bayern

Una casa de naipes llamada FC Bayern

Aparentemente, lo que siempre ha sido una gran virtud de este FC Bayern -la inmunidad a los escándalos- es algo que de momento quedará dejado a un lado.

Un equipo históricamente estable, el FC Bayern nunca se ha caracterizado por rumores de vestidores. Pero entre acuerdos comerciales controversiales, las escapadas de un jugador, fichajes de último momento, y la revelación sobre cuándo fue que Guardiola accedió a entrenar a Manchester City, han hecho explotar la normalmente tranquila sección de escándalos bávaros. Vayamos por partes.

Arturo Vidal, dicen fuentes, volvió a caer en el ciclo de errores que llevó a tanto conflicto para él como el equipo de relaciones públicas de la Federación Chilena de Fútbol. Durante la preparación invernal del FC Bayern en Catar, el chileno habría llegado intoxicado al hotel en más de una oportunidad y, consecuentemente, mostrado un nivel de juego inferior al necesario.

Volvió con sobrepeso del país árabe, y con uno que otro regaño interno de parte de sus directores. La reprochable conducta de Vidal sería el menor de los problemas para los bávaros este pasado invierno.

La lesión de Jerome Boateng trajo consigo la intensificación de una crisis de lesiones de defensores -además del ex Hertha, también Mehdi Benatia y el crónicamente lesionado Badstuber era parte de la lista-, y por ende la necesidad de reforzar la plantilla en el fondo. Esto llevó a la contratación de Serdar Tasci, un zaguero del VfB Stuttgart que hace unos años se marchó a probar suerte en Rusia, junto al Spartak Moskva.

Esto no sería noticia en otro caso, pero la manera en la que se manejó esta crisis en la defensa llevó a que se convirtiera en tema de discusión. Fue apenas el último día del mercado de fichajes que FC Bayern dispuso para reforzarse, dado que Boateng cae lesionado el fin de semana del cierre de la ventana invernal. La apurada y poco lógica decisión de traer a un jugador que jamás había sido del agrado del conjunto bávaro para remediar el asunto fue algo muy fuera del ortodoxo manual comunicacional del campeón defensor alemán.

Esta desencajante cesión trajo consigo, de forma automática, las más grandes dudas sobre tanto Tasci como sobre la dirigencia bávara. Simplemente, no parecen cosas del Bayern. Típicamente operan con cuchillo quirúrgico, invirtiendo un poco más de ser necesario, siempre y cuando traiga consigo garantías de calidad y de solucionar un problema completamente. Contratar a un jugador evidentemente para nada más que evitar recalentar el motor de la defensa dejó una huella muy grande en fanáticos y prensa por igual.

La partida de Pep Guardiola no ha sido sino controversial, pese a ser aplaudida gracias a la inmediata contratacion de Carlo Ancelotti como su sucesor. Recientemente kicker dio a conocer que ya desde comienzos del 2015, Pep había decidido no seguir con FC Bayern después de la actual campaña.

Si tomamos como cierto esto, quiere decir que a mitad de la duración de su contrato, ya el técnico catalán no se veía quedándose más de lo necesario en la capital bávara; algo que, para muchos, puede poner en tela de juicio el hecho que año y medio después, él seguirá mandando. Incluso, más allá: que de él depende el teórico éxito europeo. Depende de alguien que simplemente carece la motivación, porque, al fin y al cabo, no se identifica con la causa del club. Lo que es peor aún, es que ya sabía que iría a parar a Manchester City.

El período Guardiola fue uno relativamente exitoso (pendientes aún de los resultados que se cosechen esta temporada, claro está): cumplió el mínimo requerido -ganando dos ligas consecutivas y una DFB Pokal, así como al menos dos semis en Champions League-, pero aún sigue en deuda lo prometido, que no es otra cosa que la sexta Champions League del FC Bayern.

Gracias a una seguidilla de lesiones -de la que Guardiola mismo es parte causante y doledor- y de un evidente problema en la política de fichajes que ha dejado muchas críticas entre fanáticos del FCB -la salida de Kroos, Shaqiri, el canterano Schöpf, Can; las costosas llegadas de Vidal (37MM€), Douglas Costa (30MM€), Benatia (28MM€), Thiago (25MM€), y ahora Tasci, y en general un muy negativo manejo de los prospectos y canteranos-, la escuadra actual del Bayern no luce lo suficientemente sólida como para optar por el título.

Podríamos considerar que la actualidad del club, en medio de ratificaciones a la prensa que no está pasando nada malo en el vestidor (siempre una buena señal de qué es lo que ocurre), es algo temporal. No por ello deja de ser significativo. ¿Afectará deportivamente al equipo estos nervios encrispados? Queda por verse. Pero ni cuando Uli Hoeness tuvo que renunciar a la presidencia del club e ir a la cárcel, se había sentido tan poco estable el tradicionalmente pulcro FC Bayern.

Para Dietmar Hamann, comentarista y exfutbolista, la lesión de Boateng abrirá la puerta a una liga más reñida. Para aquél que quiere leer entre líneas lo que ocurre a puertas cerradas bávaras, esta crisis sin dudas pone en riesgo ganar los tres títulos, tanto juntos como por separado. La única reivindicación que relajaría la sangre de la prensa deportiva alemana con respecto al legado de Herr Pep sería una ansiada Champions. Después de este invierno, tal vez ni eso.

Director de MiBundesliga y Coordinador de Deportes en El Hatillo, Caracas, Venezuela. Conocedor y aficionado a la liga más competitiva, atractiva y única del fútbol mundial. Graduado de Universität Konstanz en Ciencias del Deporte; especializado en Sociología del Deporte.

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