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Los jugadores de la Bundesliga se resisten al retiro de Manuel Gräfe

Los jugadores de la Bundesliga se resisten al retiro de Manuel Gräfe

La edad máxima para arbitrar en la Bundesliga es de 47 años y, al término de esta temporada, uno de los colegiados más reconocidos como Manuel Gräfe debería acogerse a esta norma. Sin embargo, muchos son los jugadores a los que les gustaría que hubiera una excepción para que no cuelgue el silbato al menos por un año más.

Gräfe, de los más queridos por los jugadores

La trayectoria de Gräfe dio inicio en 2004 y, 17 años después, no hay indicadores de que haya perdido la forma necesaria para seguir el juego. De hecho sigue siendo uno de los más apreciados por un colectivo esencial como es el de los jugadores. En el encuentro del pasado sábado entre SC Freiburg y TSG 1899 Hoffenheim, los capitanes de ambos equipos mostraron elogios para el árbitro cuando fueron preguntados por la norma que le obligaría a retirarse.

Christian Günter, capitán del Freiburg, fue un paso más allá e incluso pidió que continuara un tiempo más con el silbato.

«El señor Gräfe es uno de los mejores árbitros de Alemania, si no es el mejor… Voy a romper una lanza a y decir que, por favor, le dejen continuar un poco más. Mientras pase los tests necesarios, no entiendo por qué habría que hacer parar al mejor.

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La cuestión está en el aire para la Federación Alemana

La opinión de los jugadores obviamente ha llegado a la DFB, y Gräfe no es el único que acabaría su carrera en mayo. Guido Winkmann y Markus Schmidt también están en la misma situación. Sin embargo Lutz Michael Fröhlich, encargado de coordinar todo el tema arbitral en la federación, no ha dado ninguna respuesta clara.

«Tenemos que centrarnos en el último tramo de la temporada para que llegue a buen puerto. Después, como todos los años, publicaremos la lista de árbitros para el año que viene».

Lo único que se sabe al respecto es que Gräfe tiene la opción de continuar pero como encargado del VAR o como árbitro asistente, y que  árbitros jóvenes como él en su día ocuparían el hueco. Si no hay una excepción en las relgas, estas tres jornadas que restan de competición serán las últimas en las que veremos a uno de los árbitros más apreciados dar uso de su silbato.

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