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De pelear por ser primeros, a no poderlos ser

FC Bayern München parece ir camino a ser campeón de la Bundesliga y llega el momento de hacer las críticas pertinentes. Foto: Getty Images.

De pelear por ser primeros, a no poderlos ser

La lucha que libran los torneos domésticos es la de alcanzar a la Premier League inglesa. Pero la Bundesliga cada vez se aproxima más a un caso similar al de la Premiership escocesa. Eso sí, la culpa no la tiene el líder.

Una diferencia enorme entre el líder y el resto

El fútbol, como la historia, es algo que queda en mano de los ganadores. Son sus nombres los que se inscriben en los trofeos, sus celebraciones las que decoran la publicidad y sus protagonistas quienes marchan rumbo al estrellato. El estelar protagonista en Alemania tiene un nombre y apellido reconocido a nivel mundial: FC Bayern München.

No hay mejor evidencia de la contundencia de este Bayern que su récord en Europa, de hecho. Primeros en el Coeficiente UEFA, y alcanzando al menos las semifinales en 7 de las últimas 10 ediciones de la Champions League, difícil no entender que se le tilde de «candidato» año tras año, a ganarlo todo.

Sus competidores en la Bundesliga lo reconocen

Traducido al plano doméstico, las palabras del CEO del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, reflejan la sensación actual: «Están a años luz de nosotros». Palabras proféticas del 2012 que bien calan en el 2021. Una buena dosis de pragmatismo que inunda de pesimismo a cualquiera que quisiera plantearse el reto de destronar a los Bávaros.

Y es esa clara ventaja económica -más que deportiva- la que ha hecho menguar la una vez competitiva Bundesliga, liga que se podía ufanar de cuatro campeones diferentes en cuatro años. Hoy por hoy, el panorama es de un dueño claro de sus ventajas, una clase media conforme con seguir en su lugar, y una zona baja de mucho dinamismo, pero poca trascendencia -¿cuántos recién ascendidos, debutantes o regresos han tenido un impacto significativo? El Union y Leipzig, ¿quizás?-.

¿La Bundesliga aburrida?

No se trata de un fútbol aburrido, eso sí. La clasificación rara vez refleja lo que es sobre el campo de juego uno de los mejores productos en el mundo del fútbol; repleto de talentos que debutan a edades ridículamente tempranas, futuras promesas, superestrellas internacionales y un mar de jugadores ‘fetiche’, que tanto encantan en sus respectivas aficiones.

Escucha la última edición de No Solo Bayern con Daniel Cadena Jordan y Nahuel Miranda.

Pero sí se trata de un panorama donde la desigualdad se ha vuelto el factor clave y el principal obstáculo para vender o hacer más apetecible un torneo que ya contaba con una brecha cultural en las Américas y Asia -predominantemente mercados de habla inglesa o española y principales objetivos comerciales del fútbol-, así como la falta de factor ‘wow’ -o como mínimo, un segundo favorito a ganar-.

La batalla con la Premier está perdida, siendo reemplazada con una de supervivencia en la que se intenta desesperadamente abandonar el estatus de monopolio.

Rivales que no parecen avanzar

Mientras tanto, los principales rivales padecen de los mismos problemas que hace una década. Dortmund necesita vender las joyas para costear la casa, Leipzig se ve considerablemente limitado en términos económicos y condenado a un futuro a lo Dortmund. Leverkusen no termina de dar el salto, Frankfurt, Gladbach, Hoffenheim y Wolfsburg dependen en demasía de destellos puntuales que conllevan a inestabilidad a largo plazo.

La principal medida que buscaba promover el equilibrio, como lo era el 50+1, hoy día es una camisa de fuerza que aprieta y asfixia más de lo que alivia. No supo adaptarse a los cambios, ni cómo llevar un torneo donde la distancia entre el primero y el segundo es exponencial.

No se trata de culpar a quien ha hecho bien las cosas, queda claro que el Bayern está donde está por mérito propio adentro y afuera de la cancha. Se trata de dar contexto a un torneo que parecía ser el modelo alternativo al ‘éxito cueste lo que cueste’ de la Premier, que se ha vuelto una pelea por el título más del montón.

Pero, como cada vez es más evidente en el discurso de quienes defienden la Bundesliga, el objetivo es uno distinto al de hace unos años. Y hasta que no hayan cambios de importancia a las reglas que rigen al fútbol alemán, otra final bundesliguista en Europa no será más que añoranzas de un pasado ya vivido.

Adaptarse a una nueva realidad global en el mundo del fútbol, o perecer siendo un torneo más. No pareciera haber mayor margen de maniobra.

Director de MiBundesliga y Coordinador de Deportes en El Hatillo, Caracas, Venezuela. Conocedor y aficionado a la liga más competitiva, atractiva y única del fútbol mundial. Graduado de Universität Konstanz en Ciencias del Deporte; especializado en Sociología del Deporte.

Comentarios (1)

  • Adrián Cáceres Rodríguez

    Excelente artículo, dibujo perfecto de lo que es nuestra querida Bundesliga. Ahora la amenaza de una Superliga complicaría más el cuadro ?

    responder

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