Cissé: ¿la solución o el problema?
Ha sido un año complicado para un equipo comúnmente asociado con un sistema de canteras envidiable en uno de los países más avanzados en dicha área. Por un lado, terminaron la temporada pasada en la mitad superior de la tabla por primera vez en décadas. Por el otro, se ven más vulnerables que nunca, con un descenso casi garantizado.
La difícil tarea de convencer a Cissé de quedarse en el Freiburg, la cual fue lograda arrojándole dinero al problema, fue el comienzo de un verano turbulento del equipo de la Selva Negra alemana. La salida del técnico Dutt y el defensor Toprak, así como las de Williams (Hoffenheim), Bechmann (Sönderjyske), Höfler (Aue), Jäger y Pouplin (ambos sin equipo), solo hicieron más difícil la mórfosis que pretendía vivir el Freiburg, el cual quería -por fin- establecerse como un equipo de primera división; no seguir siendo uno dependiente completamente en la calidad de sus productos de cantera que oscila entre el descenso de primera y el ascenso de segunda.
Las negociaciones con Cissé fuerlo largas y arduas; el equipo rojinegro daba a torcer el brazo bajo cada rumor de una salida del delantero. Conclusión: un salario casi duplicado y una «garantía» que no dejará el SCF hasta el verano del 2012. Lograron su objetivo, a un precio muy caro. Este evidente favoritismo por el jugador africano, el cual es evidente hasta en el esquema de juego del conjunto, generó incomodidad en el restante del plantel, así como una delicada situación financiera. Y, aun pese a haber asegurado los servicios de Cissé, se fichoó a otro delantero de características muy similares, lo que da a entender que la directiva y el cuerpo técnico no está del todo convencido de este compromiso de Papiss.
Dicho dinero ahora escacea y el equipo no ha podido reforzarse lo suficiente, o al menos al mismo ritmo que sus rivales de liga. Evidencia es el estado actual de su campaña. Últimos, a cinco puntos del puesto 15; el primero que evita descenso y la Relegation. El énfasis en retener a un jugador cotizado en 13.5 millones de euros, 9 millones más que Felix Bastians -el segundo jugador más cotizado en la plantilla de Freiburg-, ha debilitado enormemente al equipo en cualquier aspecto. Carecen de esos 15 millones que su venta hubiera supuesto, que habrían garantizado a un mucho mejor equipo. Carecen de la cohesión en la escuadra que dicho favoritismo ha impedido forjar. Carecen de una visión clara de cómo llegar a su objetivo; todo por un sistema de juego que se basa en tirar pases a Cissé hasta que él marque.
Para ser un equipo con sueños grandes y serios, la carencia de una estructura formal, y la completa dependencia en un jugador que no quiere quedarse, ha imposibilitado la creación de un modelo ejecutable. La gran consecuencia ha sido lo que se reportó por esta vía hace unos dias; la salida de seis jugadores que han sido constantes en el club. Parte de una renovación dice el cuerpo técnico; ruptura interna dice la afición.