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La crisis del norte

La crisis del norte

Alemania es una constelación de estilos de juego y regiones futbolistas bien demarcadas, geográficamente. El norte, poco a poco se está quedando atrás.

El momento más oscuro del HSV en años. Foto: Bundesliga.de

El momento más oscuro del HSV en años. Foto: Bundesliga.de

 

Hamburger SV y Werder Bremen portan una estrella en su pecho, mérito de conseguir un número de títulos suficiente para ello. Pero en los últimos años, la irregularidad ha sido estelar en el desarrollo de ambos conjuntos. Desde la temporada del 2008/09, cuando ambos equipos se cruzaron en las semifinales de la aún llamada UEFA Cup, en adelante,los caminos han sido distintos pero el destino el mismo. Hoy por hoy, la falta de consistencia ha sellado su estilo de juego, y problemas económicos su destino.

Aquél brioso campeón de los años 80, Hamburger SV, si bien sigue siendo uno de los equipos mejores apoyados de Alemania, y sigue estando en capacidad de pelear por Europa (terminaron séptimos en la Bundesliga la temporada pasada), ha perdido ese «punch» que es lo que le permitía justamente lograr meterse, sin tanta complejidad. Sin ir muy lejos, sus mejores figuras comenzaron a irse en búsqueda de mejores equipos, mejores resultados y salarios más atractivos. Los nombres de sus marchados conformarían un equipo atractivo y de alta competencia: Ivica Olic (ex-Bayern, hoy día Wolfsburg), Sydney Sam (vendido al Bayer Leverkusen, donde todavía juega), Jerome Boateng (fichado por el Manchester City, hoy día en el FC Bayern); las bajas de los pilares del equipo de aquél entonces, Piotr Trochowski (Sevilla), Ruud van Nistelrooy, Joris Mathijsen (ambos Málaga), Zé Roberto (Al-Gharafa SC, Catar), David Jarolim (Evian); los delanteros Paolo Guerrero (Corinthians), Mladen Petric (Fulham), y el prometedor Gökhan Töre (Rubin Kazan).

El equipo de hoy, pese a sus renovaciones y prometedoras figuras, así como un promedio nada despreciable de calidad, es uno que dista mucho  de aquél que añoran ser. Con la destitución de Thorsten Fink se busca un cambio en la dirección y el estilo de conducir las cosas, pero la gran noticia tiene que ser el debate que se viene dando desde adentro del club sobre reformar el sistema de abonados y el aparataje interno. Los cambios parecieran ser un menester, el debate se pareciera estar centrando en qué modelo adoptar. Son buenos indicios para un equipo de peso en la actualidad -no olvidar que Hamburger SV sigue siendo un equipo que frecuentemente aparece en el top 30 de clubes con mayores ingresos del planeta-, que quiere volver al tope.

Por el otro lado está el Werder Bremen, campeones del 2004, que actualmente están apenas entrando en un ciclo de cambios. Tras 13 años bajo el mandato de Thomas Schaaf, el cambio viene súbito a un club acostumbrado a cosas buenas. Al igual que cualquier proceso de cambio, el zénit del viraje hacia abajo vino con el comienzo del éxodo de figuras. Partiendo del mismo punto histórico, aquel encuentro con Hamburger SV en las semifinales de la UEFA Cup, el éxodo comenzó a cuentagotas y culminó con la salida de prácticamente todas las figuras importantes de hace no tanto: Diego (Juventus), Mesut Özil (Real Madrid), Hugo Almeida (Besiktas), Per Mertesacker (Arsenal), Torsten Frings (Toronto FC), Markus Rosenberg (West Brom), Naldo (Wolfsburg), Marko Marin (Chelsea), Claudio Pizarro (FC Bayern), Tim Borowski (retirado) y Tim Wiese (Hoffenheim).

El cambio fue total en los Nórdicos, desde técnico y director deportivo hasta la plantilla. Hoy, los pocos que quedan de los años pasados observan cómo un antiguo campeón lucha por no descender a la 2.Bundesliga. La falta de recursos han llevado al equipo a buscarse reforzar con jugadores que no necesariamente serían la primera opción del conjunto, sino la que más sentido hace a nivel financiero. Parte de la filosofía que tiene el director deportivo, Thomas Eichin, es maximizar cuan pocos recursos disponen, y ello siempre conlleva un riesgo de quedarse corto del objetivo. Hoy, este Werder Bremen valorado en 58,8 millones de euros -casi un tercio del valor del equipo hace unos tres años-, es un serio candidato al descenso, junto a clubes a los que solía golear con facilidad.

Si bien el arranque a nivel de puntos supone cierta alegría -9 puntos de 18 en una cada vez más competitiva Bundesliga es un buen resultado-, tiene que analizarse con cuidado. Sólo han marcado 5 goles, la segunda peor marca de la liga, despues del recién ascendido Eintracht Braunschweig. De sus 9 puntos y 5 tantos, solo 3 y 1 respectivamente, han sido en casa; cosa que no suaviza la ansiedad de los seguidores del Weserstadion. Su jugador más costoso, Marko Arnautovic, se fue del equipo pese a promesas de quedarse. La afición no deja de pedir el regreso de Tim Wiese -actualmente entrenando con las reservas del Hoffenheim-, provocando recelo y molestias en Mielitz y Wolf, los guardametas del equipo. Robin Dutt, el técnico actual, ha implementado un estilo de juego que poco convence, pese a sus resultados decentes. Es como si un paño caliente tapara a otro, y en base a eso sigue con vida un equipo que, ojalá, no termine cumpliendo las profecías de pretemporada que hacen de esta campaña el fin de una era del fútbol nórdico.

Paralelo a estos grandes, incluso los más humildes también ven aprietos. FC Sankt Pauli, el club rebelde que cautiva el corazón de los viscerales del fútbol, terminó la temporada pasada en un humilde décimo lugar de la 2.Bundesliga; 15 puntos detrás del puesto de repesca para el ascenso -el objetivo de la temporada-, 33 detrás de un voraz Hertha Berlin. El proyecto pinta a largo plazo. Los viejos valores del equipo que volvió a la primera división, Charles Takyi, Fabio Morena, Benedikt Pliquett, Florian Bruns; así como los refuerzos de lujo como Carlos Zambrano (Frankfurt), Max Kruse (Freiburg, hoy día Gladbach), Daniel Ginczek (estuvo cedido, ahora en Nürnberg), se han marchado, dejando a los Piratas a la deriva, y nuevamente con dificultades para conseguir ritmo. Marchan novenos, a 3 puntos del segundo lugar, claro, pero aún sin conseguir su primer triunfo afuera de casa, y anotando poco más de un gol por partido en promedio.

El norte de Alemania ha visto mejores días en su fútbol. Sus tres principales representantes se encuentran atrapados en problemas de envergadura, que requieren cambios serios dentro de sus administraciones, y por ende en sus plantillas y banquillos. Los tres comparten la ya ocurrida limpieza de sus vestidores, los tres siguen mostrando una carencia de estabilidad en las tablas de las ligas, los tres deben conforarse con fichar por debajo de las expectativas, los tres han tenido que echar a sus técnicos y esperar por que lo mejor que sus limitados presupuestos puedan ofrecer, logren cambios -HSV, al momento de ser escrito este artículo, seguía usando a Cardoso como técnico interino-; Dutt y Frontzek son rara vez la primera opción de una directiva.

Director de MiBundesliga y Coordinador de Deportes en El Hatillo, Caracas, Venezuela. Conocedor y aficionado a la liga más competitiva, atractiva y única del fútbol mundial. Graduado de Universität Konstanz en Ciencias del Deporte; especializado en Sociología del Deporte.

Comentarios (3)

  • Mario

    Es verdad los equipos del norte de Alemania esta en serios problemas, en lo que se refiere al HSV te falta algunos jugadores por nombrar como son Pitroipa, Elia, Van der Vart pese a que regreso nos habandono cuando mostraba su mejor nivel, De Jong, Boularhouz y Kompany.

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  • Gorkathletic

    desde luego el futbol del norte de Alemania ha estado mucho mejor, pero esto será solo una racha, a veces hay que caer para reaccionar (situacion que parece que esta en Werder) y otras solo con estar a punto de tocar fondo es suficiente (HSV evitó descender hace 2 temporadas casi de milagro). Los dos irán a mejor, no dudo de eso, sobre todo no dudo del HSV equipo historico, como tambien lo es del Werder, que debe luchar por estar en Europa año tras año.
    Dutt no me gusta, ya lo die por aqui mientras estaba en el Bayer, y sigue sin gustarme, aunque en este caso el Werder aunque historico no es de mis favoritos asi que no dire nada mas.
    en cuanto al Sankt Pauli, es un equipo diferente, tiene algo especial y aunque no esta en su mejor epoca tampoco, sigo confiando en que podra ascender de nuevo, o al menos luchar regularmente por ello, en poco tiempo.
    Lo grande de futbol es que no necsitas tener estrellas para ganar, y eso es lo que deben hacer estos equipo, olvidarse de todos los que se han ido y potenciar lo que tienen

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  • mikele

    Tan mal ves al Bremen?

    La verdad es que jugando fuera de casa, ha jugado 3 buenos partidos y solo perdio con Gladbach.

    Y en casa, tiene pocos puntos pero es que solo ha jugado 2 partidos. Gana el primero y contra Frankfurt se queda con 10 en el m26.

    Entiendo que por presupuesto ya no sera el de antes, pero tampoco veo que sea candidato serio al descenso, al menos por los meritos hechos hasta ahora.

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