Las claves del renacimiento de Leroy Sané
Leroy Sané aterrizó en Múnich en el verano de 2020. En ese momento, el Bayern era campeón de Europa, de Alemania y de todo lo jugado aquella temporada. Posteriormente, acabaría ganando el sextete.
Bien es cierto que no acabó siendo una dinastía porque realmente solo duró una temporada, la del Covid, pero aquel equipo mostró una superioridad física y futbolística como pocos equipos han conseguido en el viejo continente en las últimas décadas.
En este contexto llegó el bueno de Leroy con un cartel de estrella desde el Manchester City, tras pasar por las órdenes de Pep Guardiola. Era la fórmula perfecta para mantener aquel ritmo de locomotora y volver a ganarlo todo. Además, siendo alemán, la adaptación sería más rápida y la integración más fácil.
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TRES AÑOS DIFÍCILES PARA EL EXTREMO
Tristemente, la realidad fue más bien otra. Tres años después, en el verano de 2023, todos estábamos de acuerdo en que el mejor Sané seguía siendo el que habíamos visto en el City, y pocos los que teníamos esperanza en un jugador que iniciaba su cuarta campaña en Baviera.
Es uno de los pocos jugadores en los últimos tiempos, por no decir el único, que de manera individual ha provocado pitos de la afición del Allianz Arena. Su actitud apática en unas ocasiones, su falta de intensidad en otras. A veces, su falta de acierto y ocasiones falladas y otras veces su carácter serio y de lamento acabaron por agotar la paciencia de su propia afición en alguna que otra ocasión.
Este verano se discutió una posible salida para sacar rédito económico de un contrato que expira en 2025. Finalmente, se quedó, al menos, una temporada más, y ha sido entonces cuando hemos visto la nueva versión del jugador.
E PRONTO, UN NUEVO Y MEJORADO SANÉ
Comenzó la temporada y el extremo alemán se erigió como uno de los hombres más en forma del equipo de Thomas Tuchel. Cierto es que ya a final de temporada parecía ser uno de los más finos, pero en aquel momento, con un Bayern tan mediocre, no era muy difícil destacar.
Ahora, toda la maquinaria funciona, pero Sané está incluso un paso por delante del resto. Tiene otro ritmo, otra velocidad. Está fino, más rápido y más acertado de cara al gol. Es sin duda uno de los hombres más en forma de la Bundesliga ahora mismo, aunque no marque tantos goles como Guirassy, Boniface o Harry Kane. Algunos más atrevidos como Lothar Matthäus, sin embargo, afirman que se le podría meter en el debate de quién es el mejor jugador del mundo actualmente.
SE SIENTE A GUSTO CON THOMAS TUCHEL
Más allá de rankings o galardones, lo que está fuera de toda duda es que este es otro Sané. El otro día afirmaba que se sentía agusto con Thomas Tuchel y que era el hombre indicado para entrenar el FC Bayern. No sabemos si tomar esto como una pulla a Julian Naggelsmann, pero desde luego su mejora de rendimiento coincide con la llegada del técnico bávaro al cuadro muniqués.
De Sané dijo que tenía las cualidades necesarias para dominar la liga a todos los niveles, en especial el físico, y le retó a jugar “la mejor campaña de su vida”. Sin duda, hasta el momento, lo está siendo, algo que varios de sus compañeros ya han admitido en rueda de prensa.
¿RENOVACIÓN O SALIDA A LA VISTA?
Algunos apuntan a que esto se debe en parte a que en 2025 acaba contrato y quiere firmar uno nuevo y suculento, ya sea en el Bayern o quizás de nuevo probando suerte en el extranjero. Parece que el jugador, con el viento a favor, se inclina más por la renovación. Sea como fuere, todo lo que está haciendo beneficia al Bayern, tanto deportivamente como económicamente si decide salir del club. En las oficinas de la Säbener Strasse también esperan que se decante por lo primero. El tiempo dirá.