Lars Windhorst anuncia su salida de Hertha Berlin

Hertha Berlin empieza a ver la luz al final del túnel. Lars Windhorst, principal inversor, ha comunicado que saldrá del conjunto capitalino después de revelarse hace una semana que contrató espías para sabotear a Werner Gegenbauer, antiguo presidente.

Windhorst muestra finalmente la bandera blanca

Lars Windhorst ha decidido dar un paso al costado y abandonar su compromiso como inversor en el Hertha. En su cuenta de Facebook, el empresario afirma que «no ve la base ni la perspectiva de una cooperación económica exitosa» con el club de la capital alemana, tras analizar todo lo sucedido durante el último trimestre.

En su publicación, Windhorst acusa directamente a Kay Bernstein, actual presidente de La Vieja Dama, como causante de esta decisión. Este nunca ha tenido una buena impresión Tennor, el grupo financiero del inversor, y «no había discutido ni votado ninguna de las decisiones de los últimos tres meses con su accionista mayoritario». Bernstein además tiene fuertes lazos con los sectores ultras de la afición, quienes más repulsa han mostrado hacia la presencia de Windhorst en el club.

La decisión del empresario llega una semana después de conocerse que contrató a una agencia de espionaje israelí para sabotear al último presidente, Werner Gegenbauer, mejorar su imagen en redes sociales de cara a la afición e incluso identificar a los propietarios de cuentas con comentarios críticos hacia su persona, cosa que sus abogados niegan.

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¿Se vienen tiempos mejores en el Hertha?

El anuncio ha sido recibido como una gran noticia para la afición, que desplegó una pancarta pidiendo su salida en el encuentro contra Hoffenheim el pasado fin de semana. Windhorst le ofrece sus acciones de vuelta al Hertha por el 64’7% del precio que él tuvo que pagar por ellas en su día, de forma que pueda recibir una compensación económica por parte del club. Aunque se vaya a marchar, cabe la posibilidad de que ambas partes terminen en los tribunales si el empresario exige el pago.

En cuestión de tres años, Hertha Berlin ha visto cómo un empresario gastaba su fortuna para intentar crear el proyecto con el que muchos equipos alemanes soñarían para fracasar, dejar al equipo en una peor situación deportiva y ser un pozo lleno de controversia. Los aficionados berlineses podrán celebrar que, al menos, el club volverá a ser suyo.