Thomas Tuchel vuelve a Dortmund con la obligación de triunfar
Si bien es cierto que las cosas en París marchan mucho mejor de lo esperado, Thomas Tuchel, entrenador del Paris Saint-Germain, no parece caminar proporcionalmente con el rodaje del equipo. El técnico alemán, ex entrenador de 1.FSV Mainz 05 y de Borussia Dortmund, podría estar sentenciado en caso de fracasar en octavos de final de la Liga de Campeones precisamente contra su ex equipo, Los Negriamarillos.
Una mala salida
Después de muchos rumores, en el reciente documental «Inside Borussia Dortmund», se dejó en claro el motivo de la salida de Thomas Tuchel de BVB. Desde el comienzo, se dice que la relación entre él y Hans-Joachim Watzke, director general del equipo aurinegro, no fue la mejor. Tuchel tiene mucho carácter y no es fácil de dominar pero el motivo real ocurrió en el partido por Champions League frente a Mónaco luego del atentado.
En su momento, la UEFA había sido determinante, jugaban al otro día o quedaban eliminados. Watzke, según sus palabras, dijo que habló con el equipo para contarles la situación y ellos habían tomado la decisión de jugar, versión que confirma Roman Bürki. Ya jugado el partido, en conferencia de prensa, Tuchel declaró que la decisión la habían tomado personas ajenas al vestuario y que ellos no pudieron decir nada. La poca cohesión en toda su estadía en Dortmund y la mentira que hizo explotar todo fue una combinación que termino su ciclo pese a lograr la DFB Pokal frente a Eintracht Frankfurt en esa misma temporada.
Problemas en el vestuario de PSG
En términos resultadistas, es cierto que no hay suficientes argumentos como para plantearse su cese. Situados en lo más alto de la Ligue 1, con un partido menos que el resto de conjuntos, lo que les podría dejar diez puntos por encima, en caso de victoria, del segundo clasificado, el Olympique de Marsella. Además cosecharon un pleno absoluto en fase de grupos de la Champions mermado por el empate en el Bernabéu frente al Real Madrid (2:2), que sirvió para acceder a la fase eliminatoria como primeros de grupo, y con los deberes cumplidos en la Copa de la Liga y en la Supercopa de Francia, se plantea un panorama idílico para los franceses.
Sin embargo, determinados problemas de relación con el vestuario, concretamente con las dos estrellas del equipo, Mbappé y Neymar; la impaciencia de la directiva por hacer florecer un proyecto deportivo que, muy posiblemente, necesita más tiempo del que creen; y un juego muy distante de los resultados, dependiente de detalles individuales en muchas ocasiones para sacar adelante los encuentros, dejan a Tuchel en una tesitura enrevesada.
Un futuro incierto
Es por ello que, con mucha seguridad, el futuro de Tuchel en el banquillo del PSG depende del resultado en los cruces frente a Borussia Dortmund en la máxima competición continental. Porque cosechar otra estrepitosa derrota en Liga de Campeones un año más supondría una situación insostenible para un Nasser Al-Khelaïfi, presidente del conjunto parisino, que quiso hacer del equipo un titán europeo a base de talonario, cuya meta era alzarse con dicho trofeo.
A pesar de que aún quedan casi dos meses hasta dicho cruce, en frente tiene a un Borussia Dortmund muy intermitente. La irregularidad del juego que muestran los alemanes, que aún disponen de tiempo para disipar estas dudas, podría suponer un factor a favor de los pupilos de Thomas Tuchel.
Un Borussia Dortmund que, con el transcurrir de las últimas semanas, ha ido evolucionando tácticamente, mostrando un juego muy adverso a lo presenciado en los inicios de temporada, y ha podido reubicar su rumbo. Sin embargo, la presión mediática y personal que atravesará el PSG y, sobre todo, su entrenador, Tuchel, podrían jugarle una mala pasada. Porque, a fin de cuentas, el alemán se encuentra contra las cuerdas a expensas de los encuentros frente a Las Abejas Amarillas.