Union Berlin: Always look on the bright side of life
¿Cómo vive la afición del Union Berlin su peor racha desde que llegó a la Bundesliga? El sábado pude disfrutar del partido ante el Stuttgart en directo en An der Alten Försterei y hablé con fans y trabajadores del club sobre sus sensaciones en un momento que, a priori, parece tan complicado.
La rutina del Union Berlin no varía según los resultados
Tras llegar a los alrededores del estadio comprobé que nada había cambiado. Las sensaciones eran las mismas que cuando el equipo, por ejemplo, se puso líder hace aproximadamente un año. Amigos tomando cervezas en los bares de siempre, risas, todo el mundo con su camiseta y su bufanda… Y alrededor de 120 minutos antes de empezar el partido, comenzó la procesión hacia las gradas del estadio.
La música rock como telón de fondo y los aficionados saludando a sus compañeros de zona con ganas de que empezara lo bueno. En la grada visitante, la hinchada del Stuttgart también estaba repleta, dando un gran colorido al encuentro. Comenzaron a salir los jugadores a calentar y todo el mundo aplaudió sin excepción. Christian Arbeit presentó a los jugadores a los que se les recompensaba con un FUSSBALLGOTT (Dios del fútbol). Para concluir la habitual previa, el himno de Nina Hagen con las bufandas al viento, una escena que siempre pone los pelos de punta aunque lo hayas visto en directo una y mil veces.
La afición animaba sin parar, pero desde el inicio se vio a un Stuttgart que tenía el partido controlado, y más cuando Guirassy marcó su enésimo tanto en la competición. Aun así, no hubo ni una recriminación ni un pitido a los jugadores. Un compañero del equipo de Social Media vio mi cara de frustración y me comentó entre sonrisas: «Tranquilo, disfruta del ambiente y que pase lo que tenga que pasar». Con el Union Berlin, se termina aprendiendo que hay cosas más importantes que ganar y perder. Aunque a veces cueste aceptarlo, desde luego, es la mejor forma de enfocarlo.
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De la decepción en el césped a la fiesta en las gradas
En el descanso, mientras me compraba una salchicha, me encontré a un periodista que cubre al Union. Tras decirle que veía la cosa complicada, me dijo: «Esto es el Union, estamos acostumbrados a perder y no pasa nada. Echaba de menos esa sensación de otros tiempos…»
La segunda parte comenzó muy bien para los Eisernen. Urs Fischer revolucionó el partido sacando a Becker y Fofana, los dos extremos hicieron de las suyas aprovechando su velocidad y generaron varias ocasiones claras, que ni Behrens primero ni el propio costamarfileño después pudieron concretar. Con el equipo volcado, el Stuttgart aprovechó una contra y un nuevo despiste para completar un 0-3 que quizás no reflejaba lo visto en esos segundos 45 minutos, pero que dejaba a las claras el momento deportivo de cada uno de los equipos. El público comenzó a cantar «Always look at the bright side of life» y junto a los jugadores se quedaron animando hasta casi media hora después de concluir el partido.
Tras el pitido final, me encontré con varios fans y les pregunté que cómo veían a Fischer después de una racha así. La respuesta fue unánime: «Prefiero que descendamos con Urs que dejarle en la estacada ahora después de todo lo que ha hecho hasta ahora». Por otro lado, un par de amigos míos que habían venido de España estaban muy sorprendidos de cómo se tomó la gente la derrota, asegurando que algo así en La Liga sería imposible de ver. Con una sonrisa de orgullo le contesté: «Esto es el Union».
