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Dominante dominado

Dominante dominado

¿Cómo se pasa de vapulear a una selección, a darle el dominio y últimamente perder una diferencia de 4 goles? Lo que comenzó como una confirmación de excelente fútbol, terminó siendo el renacer de viejas inseguridades.

Imagen: kicker

Tres a cero partía Alemania al descanso, tras una majestuosa actuación. Un dominio absoluto y una demostración de lo que los planes de Joachim Löw eran capaces de alcanzar. Fútbol espléndido, un Marco Reus más vital que nunca, un Miroslav Klose a un gol del récord de Gerd Müller de más goles con la Nationalelf.

El comienzo de la segunda mitad, más de lo mismo. Suecia quizás un poco más activa, pero todo resultaría en un cuarto gol alemán antes que se cumpliera la hora de juego. Hablamos de la hora como un momento crucial en el partido, así como en el fútbol en general. La marca de los 60 minutos dice al jugador que ya transcurrieron dos terceras partes del compromiso, y que solo queda media hora para resolver o celebrar. Si se va arriba, debería traer alivio; si se va perdiendo, presión.

Imagen: Süddeutsche Zeitung

Fue evidente lo ocurrido tras el último tanto de Alemania: las máquinas se apagaron. Más nunca escuchamos los nombres de Reus, Müller, Kroos o Özil. En buena medida, el cansancio había cobrado víctimas. Pero eso no era todo lo que había en este cuento. Simplemente se desconectaron del encuentro y más nunca pudieron regresar.

Es una historia repetida en el fútbol alemán. Llega un momento -tras algo de euforia, típicamente- en el que simplemente se pierde a concentración y la motivación de seguir jugando. ¿Y cómo no, cuando se va ganando 4:0, sin mayor prospecto de peligro?

Hoy, la novela pudo haber sido peor, pues al fin y al cabo, se evitó la derrota. Alemania sumó un punto muy amargo, y uno que generará debate en la prensa local, así como en los círculos deportivos de dicho país. Se quería repetir la hazaña de los 30 puntos obtenidos en las eliminatorias por la Euro2012. Sin embargo, a manera de un sencillo análisis, el problema del minuto 60 no ha sido puntual para el día de hoy, y es un patrón que ha emergido a lo largo de las eliminatorias actuales.

Imagen: Sportbild

Ante las Islas Féroe no ocurrió nada, pues no se encajó un gol; aunque fue hacia el final del encuentro cuando las ocasiones de mayor peligro para los isleños comenzaron a llegar. Ante Austria, Alemania se fue adelante 0:2 en el siempre hostil escenario del Ernst Happel Stadion de Viena, al minuto 52. 5 minutos más tarde, Arnautovic pondría el descuento y el espectácular juego del jugador del Werder Bremen cogería vuelo. Contra Irlanda vino una sonora goleada de seis tantos, pero no sin encajar un gol en el minuto 90; un gol que pudo haber sido evitado fácilmente. Y ante Suecia, el primer gol en contra caería en el minuto 62, seguido por otro en el 64; un balde de agua fría que congeló la reacción de una ya dispersa Nationalelf.

En la ofensiva, queda claro que la meta es marcar cuanto antes, aún si eso significa irse encima del rival por un tiempo completo. 7 de los 15 tantos anotados en las Eliminatorias Mundialistas llegaron en la primera mitad; 4 más llegarían antes de los 10 minutos de la segunda parte, y solo uno después del minuto 75. Evidentemente, el problema es de concentración -y tal vez necesidad; es difícil ignorar el hecho que ya para los últimos 15 minutos de juego, Alemania iría arriba en el marcador en sus cuatro choques-, así como de motivación. Ver a un equipo pasar de arrollador a arrollado en cuestión de 10 minutos, es impactante, y seguramente agarró desprevenido a todo aquél que haya visto el duelo entre alemanes y suecos.

Otra cosa que hay que destacar es que Alemania no es necesariamente caracterizada por contar con una defensa inquebrantable; siempre se asume que algún tanto en contra se les coleará. Cosa que ha sido cierto en estas eliminatorias también, dado que tres de los cuatro rivales les ha anotado.

Pero la verdad es la siguiente: «crisis» y resultados «preocupantes» siempre ha habido. En las últimas eliminatorias mundialistas -del 2010-, Alemania sumo un 3:3 ante Finlandia que muchos suponían un punto grave de inflexión, pues demostraba que la Nationalelf no estaba madura ni preparada para los retos por venir. Todos sabemos cómo le fue a los teutones en Suráfrica.  De hecho, la Alemania más sólida defensivamente en un Mundial fue justamente la que más dudas levantó: la de Corea-Japón 2002. Permitieron solo tres goles en contra; dos de los cuales llegaron en la final. Tan irrelevante es el hecho que se haya encajado de forma casi constante con respecto al resultado final, que Alemania no pierde un encuentro de eliminatoria mundialista desde el año 2001.

El punto es que la máxima de Günter Netzer, estrella del Borussia Mönchengladbach en los años 70, es la que prevalece: «Prefiero encajar 5 y marcar 6, a no encajar y anotar uno solo». Negar que la historia del fútbol de la Nationalelf ha girado en mayor o menos grado alrededor de esta frase, es negar la razón misma de existir de un fútbol tan exitoso y tan consistente; no en vano, es la selección que más finales de Mundial ha alcanzado -junto con Brasil-, y la única que ha disputado 12 semifinales de dicho torneo.

Si bien vale la pena revisar qué ocurre en una selección lo suficientemente talentosa para ganar algún título internacional sin que se tilde de «revelación» o «sorpresa», pero al mismo tiempo tan tímida y ansiosa al momento de definir, que es capaz de botar cuatro goles de diferencia en un partido más que resuelto, no debería ser algo que acose a jugadores o al equipo del seleccionador. Estas cosas pasan, y en la mayoría de los casos, estos puntos de quiebre resultan dando soluciones a problemas y motivación a jugadores que se enfrían y confían. De esto quedarán lecciones más que malos ratos. De haber sido ante Islas Féroe el asunto, se justificaría el miedo. Pero mucho se sabe del potencial que tienen los suecos.

Director de MiBundesliga y Coordinador de Deportes en El Hatillo, Caracas, Venezuela. Conocedor y aficionado a la liga más competitiva, atractiva y única del fútbol mundial. Graduado de Universität Konstanz en Ciencias del Deporte; especializado en Sociología del Deporte.

Comentarios (1)

  • Gorkathletic

    aun estoy sorprendido, en la primera parte lo que se veía, y casi debió ser, fueron otros 6 goles como contra Irlanda, se marcaron «solo» 3, y en la segunda el 4º, todo perfecto, jugando bien, incluso Boateng (jugador que como sabreis no me gusta en absoluto) estaba haciando un patidazo en la primera mitad. llegó la segunda parte y todo cambio, en cocnreto Boateng no aparecio, y varios de los goles, incluido el empate, llego por su banda.
    no quiero echar solo la culpa a Boateng, ya que 4 goles no se encajan por culpa de un jugador. lo cierto es que se deconcentraron como un campeon mundial(a eso aspira) nunca puede ni debe hacer.

    analizando los goles suecos veo varios problemas.
    en el primero, segun la repeticion del canal donde vi el partido, fue fuera de juego de Ibrahimovic, lo seao no, justo antes hubo una clara falta sobre Müller no señalada.
    todo cambio con ese gol, y me molesta casi mas que la reaccion sueca sea por un error arbitral (o dos).

    yo sigo igual,. y me quedo con los primeros 50 minutos, esa es esta Alemania, asi que hay que confiar, no todos los dias van a remontar 4 goles.

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